132-Curso de autoestima. Para ver en video: https://www.youtube.com/watch?v=nlj78bhZshI
132. Hazte Responsable de ti mismo
Autoestima 132- Hazte responsable de ti mismo – Curso de autoestima – Podcast en iVoox
«Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta.»
– Mrk Twain
Tú eres Director de un equipo de fútbol, y cae a “segunda división” y tienes la oportunidad de hacer justicia… ¿A quién culparías?
a) Al entrenador. | b) Al presidente. | c) A los jugadores. | d) A los seguidores. | e) A la prensa. |
Reflexiona sobre esta pregunta, y elige sólo una opción como respuesta… Se sincero contigo mismo.
¿Ya la tienes?
Si tu respuesta está entre la A o la B, entonces, como propietario y líder de tu propio negocio, debes mirarte al espejo y reconocer que tú, y sólo tú, eres el mayor responsable de la posición y situación actual de tu equipo, buena o mala.
… Y si llevamos este ejemplo a tu mundo personal, y tu respuesta está entre la C, D o E, entonces eres, y serás, víctima de tu entorno, y DESDE YA, debes tomar conciencia de esto.
Estimado lector:
Asegurar que tu eres el mayor y único responsable de tu situación actual de vida, tanto personal como profesional, no es una verdad absoluta ni mucho menos, más bien es una PSEUDO-VERDAD, pero créeme, asumir esta afirmación como LEY, como parte de tu constitución personal; como una verdad inamovible dentro de tu filosofía de vida, es, probablemente, el primer y más importante paso para desencadenar un consistente Proceso de Cambio que te permita “Conquistar Tu Sueño”.
Se que esto cuesta asimilarlo, y el sólo hecho de intentar cambiar nuestras viejas y limitantes creencias, que tan apegadas nos han acompañado durante años, incrustadas a nuestra filosofía personal – ¡la de toda la vida! – es un precio muy alto que debemos pagar, pero no queda otro remedio. No puedes negociar el precio del éxito.
El Único “Queso Gratis” Está Justo En La Trampa Para Ratones.
Personalmente, no conozco tu situación, pero estoy completamente convencido, que la manera de pensar y actuar que te ha “traído” hasta tu actual situación (personal y profesional – buena o mala), no te “llevará” al lugar al que quieres llegar.
Es ahí dentro, en tu mente, donde comienza todo. Es en tu DECISIÓN de cambiar tus creencias y tu manera de pensar, y por consiguiente, de “Percibir la Vida” y de “Actuar”, donde está todo el poder. Es así de simple:
Tus creencias (no hablo de creencias religiosas) sobre la vida, sobre las personas, sobre el mercado, sobre los negocios, sobre tus propias posibilidades y capacidades para liderar y cambiar, sobre la manera en que hay que dirigir y llevar una empresa, sobre tu responsabilidad, sobre el éxito, sobre el dinero, sobre la competencia, etc…, son el filtro a través del cual INTERPRETAS Y PERCIBES, como negativo o positivo, lo que sucede en tu vida, y en consecuencia a esa “percepción”, evidentemente, ACTÚAS y COSECHAS RESULTADOS.
El siguiente diagrama, me ayudará a explicarte mejor lo que quiero decir:
Como verás, lo más lógico y saludable, para desencadenar un «Proceso de Cambio» consistente, duradero y positivo, es comenzar por la base, es decir, por cambiar tus creencias.
Pero, ¿por qué te cuento todo esto?
Porque hay ciertas CREENCIAS que sin lugar a dudas, te convendría adoptar como VERDADES INAMOVIBLES, si es que quieres gozar de un auténtico y creciente éxito, tanto en los negocios, como en tu vida personal, y una de esas creencias es la que te mencioné anteriormente: eres el mayor y único responsable de tu posición y situación actual y de todo lo que te sucede.
¿Por qué te conviene cultivar cada día esta afirmación, hasta convertirla en parte de tu filosofía de vida?
Pues la razón es muy sencilla. Si no te convences y te percibes a ti mismo como el MAYOR Y ÚNICO responsable de tu situación y de todo lo que te sucede en la vida, tanto fuera como dentro del mundo de los negocios, eres víctima del entorno. No puedes hacer nada, porque después de todo, estas en «Manos del Destino». NO TIENES PODER. Lo mejor que puedes hacer, es dejarte arrastrar y rezar para que todo mejore…
¿Es eso lo que quieres?
«Cuando pones fuera de ti toda responsabilidad y culpa, también estas dejando fuera el PODER DE ACTUAR Y CONTROLAR TU DESTINO. Estás abandonando todas tus posibilidades de mejorar y crecer»
¿Has escuchado alguna vez comentarios como estos?
No hay nadie quiera trabajar. Mis trabajadores y colaboradores no están comprometidos ni motivados y pasan de todo. No se valora mi trabajo y esfuerzo. Mi jefe y colaboradores no me entienden. No tengo tiempo para las cosas importantes. Estoy en la lucha del día a día. Mi empresa es un mal necesario. Casi trabajo exclusivamente para pagar mis facturas. No tengo control sobre mi economía. No puedo controlar el dinero. Me paso todo el día apagando fuegos y resolviendo problemas que me ahogan, etc…
¿Te resultan familiares algunas de estas afirmaciones?
Pues bien, ahora viene la «Buena Noticia». Todas estas afirmaciones son producto de la visión, creencias y experiencias de quien las emite. Todos estos comentarios o “problemas”, si es que te sientes identificados con alguno de ellos, no son más que la consecuencia de tu gestión como propietario o líder, y nacen de la empresa que tu mismo has creado; son los resultados que emanan de los sistemas, procedimientos, controles y hábitos que tu has implementado, basados en tus creencias y percepciones sobre «como crees que son las cosas en realidad».
Sin embargo, insisto una vez más en que esto NO ES UNA VERDAD ABSOLUTA… SIMPLEMENTE TE CONVIENE ACEPTARLO COMO TU VERDAD, porque entonces, cuando asumes la total responsabilidad de esas consecuencias, cuando comienzas a asumir que esas experiencias que estás viviendo, son el resultado de tus creencias y percepciones, se abre ante ti un mundo de nueva posibilidades. Entonces, estarás en condiciones de planificar y actuar del modo más conveniente, para cambiar esos resultados.
¿Te das cuenta como podrían cambiar las cosas, sólo por adoptar esta afirmación – soy el mayor y único responsable de mi situación y de todo lo que me sucede – como una verdad?
Entonces las cosas serían muy diferentes. En lugar de decir: Me la paso resolviendo problemas todos los días, podrías plantearte. Tengo que trabajar en corregir de fondo los problemas. En lugar de decir: No hay empleos bien pagados, No será que YO no me he preparado lo debido, o que aún NO he encontrado mi mejor manera para competir con los grandes, y seguidamente preguntarte, ¿dónde puedo estar fallando?, ¿qué debería aprender?, ¿en quién me puedo apoyar?, etc…
Estas preguntas y reflexiones, que NACEN DE UNA NUEVA MANERA DE PENSAR, (de nuevas creencias y percepciones sobre el mismo problema), te mostrarán caminos y soluciones, que hasta entonces, no conocías, pero no es que no existiesen, simplemente, NO EXISTÍAN PARA TI, porque tus creencias y tus percepciones, te mantenían ciego. Todo es cuestión de creencias y de percepción.
Mira esta imagen en la parte superior, ¿qué ves?… Ves a un soldado bajo dos columnas que forman un arco, ¿cierto?
Sin embargo, si miras en la parte inferior de la imagen, hay tres columnas en lugar de dos… ¿Ves como cambian las cosas desde otro punto de vista?. Pues lo mismo pasa con tu con tu vida. Debes ser consciente de qué es lo que más te conviene creer, y enfocarte en ello, porque en un final, nada es verdad ni mentira. Lo único que debería asumirse como una VERDAD para cada persona, son las creencias que LE AYUDAN A ALCANZAR SUS OBJETIVOS; las «pseudo-verdades» que le acercan a sus sueños.
Pero, una vez más, ¿por qué te cuento todo esto? ¿Por qué mi insistencia en explicarte la conveniencia de reforzar esta creencia en tu vida?
Espero sinceramente que te tomes muy en serio la necesidad de elegir las creencias que más potencien tu desempeño personal y profesional, y un buen comienzo, es absorbiendo la afirmación que hemos analizado en este capítulo.
Te propongo un sencillo y práctico ejercicio. Identifica un (1) obstáculo o problema que actualmente te esté causando algún tipo de inconveniente, algún problema que te recuerdes una y otra vez, como los ejemplos de afirmaciones anteriores. Una vez lo tengas (sólo uno) dedica 10 o 15 minutos a estar en silencio y tranquilidad, reflexionando sobre el problema, pero sólo limítate a repetirte a ti mismo lo siguiente:
Yo soy el único responsable de (el problema) y no hay nada, ni nadie a quién culpar. Pero ahora tengo el poder de solucionarlo y buscar nuevas vías de salida… ¿qué podría hacer para resolver (el problema)? ¿Qué otras vías de solución podría experimentar?… Y todas las preguntas que, como estas, se te ocurran hacerte.
No dejes de hacer este pequeño ejercicio. No te garantizo que funcione para ti y a la primera vez, pero es muy probable que surjan en tu mente, nuevas e insospechadas posibilidades de solucionar o aminorar (el problema) Además, si quieres obtener resultados diferentes, debes emprender acciones diferentes, ¿no te parece?
«Seguir haciendo lo mismo y esperar que las cosas cambien, es el tipo de demencia más común»