314-Curso de autoestima. Para ver en video: https://www.youtube.com/watch?v=-fjTDkQR01g
314. Conectándose con su Ser Interior
Autoestima 314- Conectándose con su ser interior – Curso de autoestima – Podcast en iVoox
Cada ser humano lleva en su interior un Mesías dormido. Solo muy pocos permiten que despierte y actúe, por eso son tantos los que vegetan y no viven
Herbert A. Otto
SU YO MÁS PROFUNDO ES SER
Tener raíces profundas interiores o habitar el cuerpo, significa que el cuerpo puede volverse un punto de acceso al reino del Ser. Expliquemos esto más profundamente.
Por favor, deje de intentar entender al Ser. Usted ya ha tenido destellos significativos del Ser, pero la mente siempre tratará de meterlo en una cajita y después ponerle una etiqueta. Eso no se puede hacer. No puede volverse un objeto de conocimiento. En el Ser el sujeto y el objeto se mezclan en una sola cosa.
El Ser puede percibirse como el yo soy siempre presente que está más allá del nombre y la forma. Sentir y por lo tanto saber que usted es y morar en ese estado profundamente arraigado es la iluminación, es la verdad que Jesús dice que nos hará libres.
¿Libres de qué? Libres de la ilusión de que no somos más que el cuerpo físico y la mente. Esta «ilusión del yo» como la llama el Buda, es el error fundamental. Libres del miedo en sus innumerables disfraces, como consecuencia inevitable de esa ilusión, el miedo que es su termómetro constante mientras derive su sentido de sí mismo sólo de esta forma efímera y vulnerable. Y libres del pecado, que es el sufrimiento que usted se inflige inconscientemente a sí mismo y a los demás mientras este sentido ilusorio de sí mismo gobierne lo que piensa, dice y hace.
MIRE MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS
No me gusta la palabra pecado. Implica que se me juzga y se me encuentra culpable.
Puedo entender eso. Durante siglos, se han acumulado muchos puntos de vista e interpretaciones erróneas alrededor de palabras como pecado, debido a la ignorancia, a los malos entendidos o al deseo de controlar, pero contienen un centro esencial de verdad. Si usted es incapaz de mirar más allá de tales interpretaciones y por tanto no puede reconocer la realidad a la que apunta la palabra, entonces no la use. No se atasque en el nivel de las palabras. Una palabra no es más que un medio para llegar a un fin. Es una abstracción. De forma parecida a un poste indicador, señala algo más allá de sí misma. La palabra miel no es miel. Usted puede estudiar y hablar de la miel todo el tiempo que quiera, pero no la conocerá realmente hasta que la pruebe.
Después de haberla probado, la palabra se vuelve menos importante para usted. Usted no se apegará ya a ella. Similarmente, usted puede hablar o pensar en Dios continuamente durante el resto de su vida ¿pero significa eso que conoce o ha tenido siquiera un destello de la realidad a la que se refiere la palabra? En realidad no es más que un apego obsesivo a un poste indicador, un ídolo mental.
También se aplica el sentido contrario. Si, por cualquier razón, a usted le desagradara la palabra miel, eso le impediría probarla. Si usted tuviera una fuerte aversión a la palabra Dios, lo que es una forma negativa del apego, usted podría estar negando no sólo la palabra sino también la realidad que señala. Usted estaría separándose de la posibilidad de experimentar esa realidad. Todo esto está, por supuesto, intrínsecamente relacionado con estar identificado con su mente.
Así que, si una palabra ya no funciona para usted, abandónela y reemplácela por otra que sirva. Si no le gusta la palabra pecado, entonces llámelo inconsciencia o locura. Esto puede acercarlo a la verdad, a la realidad que hay detrás de la palabra, más que una palabra como pecado, que ha sido mal usada durante mucho tiempo, y que al mismo tiempo deje poca posibilidad de culpa.Tampoco me gustan esas palabras. Implican que hay algo mal en mí. Se me juzga.
Por supuesto que hay algo mal en usted, y no está siendo juzgado.
No pretendo ofenderlo personalmente, ¿pero no pertenece a la raza que pertenece ha matado más de cien millones de miembros de su especie solamente en el siglo XX?
No es una cuestión de culpa. Pero mientras esté dominado por la mente egotista, usted forma parte de la locura colectiva. Quizá no ha observado muy profundamente la condición humana en su estado de dependencia de la mente egotista. Abra los ojos y observe el miedo, la desesperación, la avidez y la violencia que invaden todo. Observe la horrible crueldad y el sufrimiento en una escala inimaginable que los seres humanos han infligido y continúan infligiendo tanto unos a otros como a las demás formas de vida del planeta.
No necesita condenar. Simplemente observe. Ese es el pecado. Esa es la locura. Esa es la inconsciencia. Sobre todo, no olvide observar su propia mente. Busque la raíz de la locura allí.
ENCONTRAR SU REALIDAD INVISIBLE E INDESTRUCTIBLE
La identificación con nuestra forma física es parte de la ilusión, así pues ¿cómo puede el cuerpo, la forma física, llevar al descubrimiento del Ser?
El cuerpo que usted puede ver y tocar no puede llevarlo al Ser. Pero este cuerpo visible y tangible es sólo nuestra cáscara exterior, o más bien una percepción limitada y distorsionada de una realidad más profunda. En su estado natural de unión con el Ser, esta realidad más profunda puede sentirse en todo momento como el cuerpo interior, la presencia animadora que hay en su interior. Así pues, «habitar el cuerpo» es sentir el cuerpo desde adentro, sentir la vida dentro del cuerpo y por lo tanto llegar a saber que usted existe más allá de la forma externa.
Pero esto es sólo el comienzo de un viaje interior que lo llevará aún más profundamente a un reino de gran quietud y paz, pero al mismo tiempo de gran poder y vida vibrante. Al principio, usted puede tener sólo destellos fugaces de ello, pero por medio de ellos empezará a darse cuenta de que no es solamente un fragmento insignificante en un universo ajeno, suspendido brevemente entre el nacimiento y la muerte, con la posibilidad sólo de breves placeres seguidos de dolor y por último de la aniquilación. Bajo su forma exterior, usted está conectado con algo tan vasto, tan inconmensurable y sagrado que no puede concebirse ni expresarse, sin embargo estoy hablando de ello ahora. Estoy hablando de ello, no para darle algo en que creer sino para mostrarle cómo puede usted conocerlo por sí mismo.
Usted está separado del Ser mientras su mente toma toda su atención. Cuando esto ocurre – y ocurre continuamente para la mayoría de las personas – usted no está en su cuerpo. La mente absorbe toda su conciencia y la transforma en material mental. Usted no puede dejar de pensar. El pensamiento compulsivo se ha convertido en una enfermedad colectiva. Todo su sentido de quién es usted se deriva entonces de la actividad de la mente. Su identidad, puesto que ya no está arraigada en el Ser, se convierte en un constructo mental vulnerable y siempre necesitado, que crea el miedo como la emoción subyacente predominante. Lo único que verdaderamente importa está entonces ausente de su vida: la conciencia de su ser más profundo, su realidad invisible e indestructible.
Para llegar a ser consciente del Ser usted tiene que recuperar conciencia de la mente. Esta es una de las tareas más esenciales en su viaje espiritual. Liberará grandes cantidades de conciencia que habían estado atrapadas antes en un pensamiento inútil y compulsivo. Una forma muy efectiva de hacer esto es simplemente alejar su atención del pensamiento y dirigirla al cuerpo, donde el Ser puede sentirse en primera instancia como el campo de energía invisible que da vida a lo que usted percibe como el cuerpo físico.
CONECTARSE CON EL CUERPO INTERIOR
Por favor, inténtelo ahora. Para esta práctica puede ayudarle cerrar los ojos. Más tarde, cuando «estar en el cuerpo» se haya vuelto natural y fácil, ya no será necesario. Dirija su atención al cuerpo. Siéntalo desde dentro.
¿Está vivo? ¿Hay vida en sus manos, en sus brazos, piernas y pies? ¿En su abdomen, en su pecho? Puede sentir el sutil campo de energía que impregna todo el cuerpo y da vida vibrante a cada órgano y a cada célula?
¿Puede sentirlo simultáneamente en todas las partes del cuerpo como un solo campo de energía? Siga concentrándose en la percepción de su cuerpo interior por unos momentos. No comience a pensar en él.
Siéntalo. Cuanta más atención le preste, más clara y más fuerte se hará esta sensación. Se sentirá como si cada célula estuviera más viva y si usted tiene un fuerte sentido visual, puede tener una imagen de que su cuerpo se vuelve luminoso. Aunque esa imagen puede ayudarlo temporalmente, preste más atención a la sensación que a cualquier imagen que pueda surgir. Una imagen, no importa lo poderosa o bella que sea, está ya definida en una forma, así que hay menos oportunidad de penetrar más profundamente.
La percepción de su cuerpo interior carece de forma, de límites, es insondable. Usted puede siempre profundizar más en él. Si no puede sentir mucho en esta etapa, preste atención a lo que puede sentir. Quizá hay sólo un ligero hormigueo en sus manos o pies. Es suficiente por el momento. Concéntrese en la percepción. Su cuerpo está tomando vida. Más adelante practicaremos algo más. Por favor abra los ojos ahora, pero mantenga algo de su atención en el campo de energía interna del cuerpo incluso mientras observa la habitación. El cuerpo interior está en el umbral entre su identidad formal y su identidad esencial, su verdadera naturaleza. Nunca pierda el contacto con él.
LA TRANSFORMACIÓN A TRAVÉS DEL CUERPO
¿Por qué la mayoría de las religiones han condenado o negado el cuerpo? Parece que los que buscan la realización espiritual siempre han considerado el cuerpo como un obstáculo o incluso como algo pecaminoso.
¿Por qué tan pocos de los que buscan han encontrado?
En el nivel del cuerpo los hombres están muy cerca de los animales. Todas las funciones corporales básicas – placer, dolor, respiración, comida, bebida, defecación, sueño, el impulso de buscar pareja y de procrear, y por supuesto el nacimiento y la muerte – las compartimos con los animales. Mucho tiempo después de su caída desde un estado de gracia y unidad a la ilusión, los seres humanos despertaron súbitamente en lo que parecía ser un cuerpo animal y encontraron esto muy molesto. «No te engañes a ti mismo. No eres más que un animal».
Esta parecía ser la verdad que les miraba a la cara. Pero era demasiado perturbadora para tolerarla. Adán y Eva vieron que estaban desnudos y tuvieron miedo. La negación inconsciente de su naturaleza animal se estableció muy rápidamente. La amenaza de que podían ser dominados por fuerzas instintivas poderosas y volver a una inconsciencia completa era ciertamente muy real.
Aparecieron la vergüenza y los tabúes acerca de ciertas partes del cuerpo y ciertas funciones corporales, especialmente la sexualidad. La luz de su conciencia no era todavía suficientemente fuerte para tener amistad con su naturaleza animal, para permitirle ser e incluso gozar ese aspecto de sí mismos, no digamos profundizar para encontrar lo divino oculto en ella, la realidad dentro de la ilusión. Así pues, hicieron lo que tenían que hacer. Comenzaron a disociarse de su cuerpo. Ahora se veían a sí mismos como teniendo un cuerpo, en lugar de simplemente ser un cuerpo.
Cuando surgieron las religiones, esta disociación se volvió aún más pronunciada como la creencia de que «tú no eres tu cuerpo». Innumerables personas en Oriente y Occidente a través de los tiempos han tratado de encontrar a Dios, la salvación o la iluminación por medio de la negación del cuerpo. Esta tomó la forma de negación de los placeres de los sentidos y de la sexualidad en particular, el ayuno y otras prácticas ascéticas.
Incluso se infligían dolor corporal en un intento por debilitarlo o castigarlo ya que lo consideraban pecaminoso. En la Cristiandad esto solía llamarse la mortificación de la carne. Otros intentaron escapar del cuerpo entrando en estados de trance o buscando experiencias extracorporales. Muchos aún lo hacen. Incluso se dice que el Buda practicó la negación del cuerpo por el ayuno y otras formas extremas de ascetismo durante seis años, pero no alcanzó la iluminación hasta después de abandonar esta práctica.
El hecho es que nunca nadie ha llegado a ser iluminado negando o luchando contra el cuerpo o por medio de una experiencia extracorporal. Aunque una experiencia de este tipo puede ser fascinante y darle a usted un atisbo del estado de liberación de la forma material, finalmente siempre tendrá que volver al cuerpo, donde ocurre el trabajo esencial de transformación. La transformación ocurre a través del cuerpo, no lejos de él. Por eso ningún maestro verdadero ha defendido nunca luchar contra el cuerpo o negarlo, aunque sus seguidores basados en la mente lo han hecho a menudo.
De las enseñanzas antiguas concernientes al cuerpo, sólo sobreviven ciertos fragmentos, tales como la afirmación de Jesús de que «Todo vuestro cuerpo se llenará de luz», o sobreviven como mitos, como la creencia de que Jesús nunca abandonó su cuerpo, sino que permaneció unido a él y ascendió al «cielo» con él.
Casi nadie hasta ahora ha comprendido estos fragmentos o el significado oculto de ciertos mitos y la creencia de que «tú no eres tu cuerpo» ha prevalecido universalmente, llevando a la negación del cuerpo y a los intentos por escapar de él. Así, innumerables buscadores no han podido alcanzar la realización espiritual y llegar a encontrar lo que buscaban.
¿Es posible recuperar las enseñanzas perdidas sobre la significación del cuerpo o reconstruirlas a partir de los fragmentos existentes?
No hay necesidad de hacerlo. Todas las enseñanzas espirituales se originan en la misma Fuente. En ese sentido, hay y siempre ha habido sólo un maestro, que se manifiesta en formas muy diferentes. Yo soy ese maestro y también lo es usted, una vez que pueda acceder a la Fuente interior. Y el camino hacia ella es a través del cuerpo interior. Aunque todas las enseñanzas espirituales se originan en la misma Fuente, una vez que se verbalizan y se escriben, obviamente no son más que colecciones de palabras, y una palabra no es más que un poste indicador, como
hemos dicho antes. Todas estas enseñanzas son guías que señalan el camino de retorno a la Fuente.
Ya he hablado de la Verdad que está escondida dentro de su cuerpo, pero resumiré de nuevo las enseñanzas perdidas de los maestros, así que aquí tiene otro poste indicador. Por favor, propóngase sentir su cuerpo interior mientras lee.
EL SERMÓN SOBRE EL CUERPO
Lo que usted percibe como una estructura física densa llamada el cuerpo, que está sujeta a la enfermedad, a la vejez y a la muerte, no es usted. Es una percepción errónea de su realidad esencial que está más allá del nacimiento y la muerte y se debe a las limitaciones de su mente que, habiendo perdido contacto con el Ser, crea el cuerpo como evidencia de su creencia ilusoria en la separación y para justificar su estado de miedo.
Pero no se aparte del cuerpo, porque en este símbolo de impermanencia, limitación y muerte que usted percibe como la creación ilusoria de su mente está escondido el esplendor de su realidad esencial e inmortal. No dirija su atención a ninguna otra parte en su búsqueda de la Verdad, porque no la va a encontrar en ninguna otra parte sino dentro de su cuerpo.
No luche contra el cuerpo, porque al hacerlo está luchando contra su propia realidad. Usted es su cuerpo. El cuerpo que usted puede ver y tocar es sólo un delgado velo ilusorio. Bajo él yace el cuerpo interior invisible, la puerta de entrada al Ser, a la Vida no Manifestada. A través del cuerpo interior usted está unido inseparablemente a esta Vida única no manifestada, sin nacimiento, sin muerte, eternamente presente. A través del cuerpo interior usted es uno con Dios por siempre.
TENGA RAÍCES INTERIORES PROFUNDAS
La clave es estar en un estado de conexión permanente con su cuerpo interior, sentirlo en todo momento. Esto dará rápidamente profundidad a su vida y la transformará. Cuanta más conciencia dirija hacia el cuerpo interior, más alta se vuelve la frecuencia de vibraciones, muy similar a una luz que se vuelve más brillante según usted suba el botón regulador y aumente así el flujo de electricidad. A este nivel de energía más alto, la negatividad no puede afectarlo ya y usted tiende a atraer nuevas circunstancias que reflejan esa frecuencia más alta.
Si usted mantiene su atención en el cuerpo lo más posible, estará anclado en el Ahora. No se perderá en el mundo externo ni en su mente. Los pensamientos y las emociones, los miedos y los deseos, pueden estar aún ahí en cierta medida, pero no lo dominarán.
Por favor, examine dónde está su atención en este momento. Usted me está escuchando o está leyendo estas palabras en un libro. Ese es el punto de su atención. También es consciente periféricamente de lo que le rodea, de las demás personas, etc. Además puede haber cierta actividad de la mente sobre lo que usted está oyendo o leyendo, algún comentario mental. Sin embargo no hay necesidad de que nada de esto absorba toda su atención. Observe si puede estar en contacto con su cuerpo interior al mismo tiempo, Conserve parte de su atención dentro. No la deje fluir afuera. Sienta la totalidad de su cuerpo desde dentro, como un único campo de energía.
Es casi como si estuviera escuchando o leyendo con todo su cuerpo. Practique esto en los próximos días o semanas.
No conceda toda su atención a la mente y al mundo exterior. Concéntrese por todos los medios en lo que está haciendo, pero sienta el cuerpo interior al mismo tiempo siempre que sea posible. Permanezca arraigado en su interior. Entonces observe cómo cambia su estado de conciencia y la calidad de lo que está haciendo.
Siempre que esté esperando, dondequiera que sea, emplee ese tiempo en sentir el cuerpo interior. De esta forma los embotellamientos de tráfico y las colas se vuelven muy agradables. En lugar de proyectarse fuera del Ahora, entre más profundamente en él al profundizar más en el cuerpo.
El arte de la conciencia del cuerpo interior se desarrollará en un modo de vivir completamente nuevo, un estado de unión permanente con el Ser y añadirá una profundidad a su vida que no ha conocido antes.
Es fácil permanecer presente como el observador de su mente cuando está profundamente arraigado en su cuerpo. No importa lo que ocurra en el exterior, nada puede hacerlo temblar ya.
A menos que usted esté presente – y habitar su cuerpo es siempre un aspecto esencial en ello continuará siendo dominado por su mente. El guión que hay en su cabeza y que aprendió hace mucho tiempo, el condicionamiento de su mente, decidirá su pensamiento y su conducta. Puede que usted se libre de él por breves intervalos, pero rara vez por mucho tiempo. Esto es especialmente cierto cuando algo «anda mal» o hay alguna pérdida o un trastorno. Su reacción condicionada será entonces involuntaria, automática y predecible, alimentada por la única emoción básica que subyace en el estado de conciencia de identificación con la mente: el miedo.
Así que cuando lleguen esos retos, como siempre llegan, convierta en un hábito entrar dentro de usted de inmediato y concentrarse lo más que pueda en el campo de energía interior de su cuerpo. Esto no tiene que tomar mucho tiempo, sólo unos segundos. Pero necesita hacerlo en el momento en que se presenta el reto.
Cualquier demora permitirá que surja una reacción mentalemocional condicionada y se apodere de usted.
Cuando usted se concentra en su interior y siente el cuerpo interior, inmediatamente se vuelve tranquilo y presente pues está retirando la conciencia de la mente. Si se requiere una respuesta en esa situación, vendrá de este nivel más profundo. Lo mismo que el sol es infinitamente más brillante que la llama de una vela, hay infinitamente más inteligencia en el Ser que en su mente. Mientras esté en contacto consciente con su cuerpo interior, usted es como un árbol que está profundamente arraigado en la tierra, o un edificio con cimientos profundos y sólidos. La última analogía es usada por Jesús en la parábola generalmente mal entendida de los dos hombres que construyeron una casa. Un hombre la construye en la arena, sin cimientos y cuando llegan las tormentas y las inundaciones, la casa es barrida. El otro hombre cava profundamente hasta que encuentra roca, entonces construye su casa, que no es arrastrada por las inundaciones.
ANTES DE ENTRAR EN EL CUERPO, PERDONE
Me sentí muy incómodo cuando traté de poner mi atención en el cuerpo interior. Había una sensación de agitación o náusea. Por ello no he podido experimentar eso de lo que habla.
Lo que usted sintió fue una emoción que estaba ahí, de la que probablemente no era consciente, hasta que empezó a prestar atención al cuerpo. A menos que le preste atención antes, la emoción le impedirá tener acceso al cuerpo interior, que está a un nivel más profundo bajo ella. Atención no significa que empiece a pensar en ella.
Significa solamente observar la emoción, sentirla plenamente y así reconocerla y aceptarla como es. Algunas emociones se identifican fácilmente: ira, temor, tristeza, etcétera. Otras pueden ser mucho más difíciles de clasificar. Pueden ser sólo vagas sensaciones de desasosiego, pesadez o encerramiento, a mitad de camino entre una emoción y una sensación física. En cualquier caso, lo que importa no es si usted puede ponerles una etiqueta mental, sino si puede traer la sensación de la misma a la conciencia lo más posible.
La atención es la clave de la transformación y una atención plena también implica aceptación. La atención es como un haz de luz, el poder concentrado de su conciencia que lo transmuta todo en sí misma.
En un organismo completamente funcional, una emoción tiene un lapso de vida muy corto. Es como una pequeña arruga u ola en la superficie del Ser. Cuando usted no está en su cuerpo, sin embargo, una emoción puede sobrevivir en usted durante días o semanas o unirse con otras emociones de frecuencia similar que se han fundido y se convierten en el cuerpo del dolor, un parásito que puede vivir dentro de usted durante años, alimentarse de su energía, llevar a la enfermedad física y hacer su vida desdichada (vea el capítulo dos).
Así pues, ponga su atención en sentir la emoción y compruebe si su mente se está aferrando a un patrón de queja como la censura, la autocompasión o el resentimiento, que alimentan la emoción. Si ese es el caso, significa que usted no ha perdonado. La falta de perdón es a menudo hacia otra persona o hacia usted, pero puede ser hacia cualquier situación o condición – pasada, presente o futura – que su mente rehusa aceptar. Sí, puede haber falta de perdón incluso con relación al futuro.
Este es el rechazo de la mente a aceptar la inseguridad, a aceptar que el futuro está en últimas más allá de su control. El perdón es abandonar la queja y dejar ir la tristeza. Ocurre naturalmente una vez usted se da cuenta de que su queja no tiene ningún propósito excepto fortalecer un falso sentido de uno mismo. El perdón es no ofrecer resistencia a la vida, permitir a la vida vivir a través de usted. Las alternativas son el dolor y el sufrimiento, un flujo de energía vital muy restringido y en muchos casos, la enfermedad física.
En el momento en que usted de verdad perdona, ha recuperado el poder que estaba en su mente. La falta de perdón es la misma naturaleza de la mente, igual que el falso ser hecho por la mente, el ego, no puede sobrevivir sin lucha y conflicto. La mente no puede perdonar. Sólo usted puede. Usted se hace presente, entra en su cuerpo, siente la paz y quietud vibrantes que emanan del Ser. Por eso Jesús dijo: «Antes de entrar en el templo, perdonen».
SU VÍNCULO CON LO NO MANIFESTADO
¿Cuál es la relación entre la presencia y el cuerpo interior?
La presencia es conciencia pura, conciencia reclamada a la mente, al mundo de la forma. El cuerpo interior es su vínculo con lo No Manifestado y en su aspecto más profundo es lo No Manifestado: la Fuente de la cual emana la conciencia como la luz emana del sol. La conciencia del cuerpo interior es la conciencia que recuerda su origen y retorna a la Fuente.
¿Lo No Manifestado es lo mismo que el Ser?
Sí. Las palabras No Manifestado intentan, por medio de la negación, expresar Aquello que no puede ser expresado, pensado o imaginado. Apuntan a lo que es, diciendo lo que no es. El Ser, por otra parte, es un término positivo. Por favor, no se apegue a ninguna de esas palabras ni empiece a creer en ellas. No son más que postes indicadores.
La presencia es conciencia que se ha ganado a la mente. ¿Quién la recupera?
Usted. Pero ya que en esencia usted es conciencia, podríamos decir también que es un despertar de la conciencia del sueño de la forma. Esto no quiere decir que su propia forma se desvanecerá instantáneamente en una explosión de luz. Usted puede continuar teniendo su forma presente y sin embargo ser consciente de lo que no tiene forma, que nunca muere y que está en lo profundo de usted.
Debo admitir que esto va mucho más allá de mi comprensión y sin embargo en algún nivel profundo parece que sé de qué está usted hablando. Es más una sensación que otra cosa. ¿Me estoy engañando a mí mismo?
No. La sensación lo llevará más cerca a la verdad de quién es usted que el pensamiento. No puedo decirle nada que en el fondo no sepa ya. Cuando usted ha alcanzado cierto grado de unión interior, reconoce la verdad cuando la oye. Si usted no ha alcanzado todavía esta etapa, la práctica de la conciencia del cuerpo traerá la profundización necesaria.
HACER MÁS LENTO EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO
Mientras tanto, la conciencia del cuerpo interior tiene otros beneficios en el reino físico. Uno de ellos es una reducción significativa del ritmo de envejecimiento del cuerpo físico.
Mientras que el cuerpo físico normalmente envejece y se debilita con bastante rapidez, el cuerpo interior no cambia con el tiempo, excepto que usted puede sentirlo más profundamente y convertirse en él más plenamente.
Si usted tiene veinte años ahora, el campo de energía de su cuerpo interior se sentirá exactamente igual cuando tenga ochenta. Seguirá siendo vibrantemente vivo. En cuanto su estado habitual cambie de estar fuera del cuerpo y atrapado en la mente a estar dentro del cuerpo y presente en el Ahora, su cuerpo físico se sentirá más liviano, más claro, más vivo. Puesto que hay más conciencia en el cuerpo, su estructura molecular de hecho se vuelve menos densa. Más conciencia significa un debilitamiento de la ilusión de la materialidad.
Cuando usted se identifica más con este cuerpo interior que no pertenece al tiempo, que con el cuerpo exterior, cuando la presencia se vuelve su modo normal de conciencia y el pasado y el futuro no dominan ya su atención, usted no acumula ya tiempo en su psique ni en las células del cuerpo. La acumulación de tiempo como el peso psicológico del pasado y el futuro inhabilita mucho la capacidad de las células para autorregenerarse. Así que si usted habita el cuerpo interior, el cuerpo exterior envejecerá a un ritmo mucho más lento, e incluso cuando lo haga, su esencia sin tiempo brillará a través de la forma exterior y usted no dará la apariencia de una persona vieja. ¿Hay alguna evidencia específica de esto? Pruébelo y usted será la evidencia.
FORTALECER EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Otro beneficio de esta práctica en el reino físico es un gran fortalecimiento del sistema inmunológico que ocurre cuando usted habita el cuerpo. Cuanta más conciencia trae al cuerpo, más fuerte se vuelve el sistema inmunológico. Es como si cada célula despertara y se alegrara. Al cuerpo le encanta la atención que usted le presta. Es también una potente forma de autocuración. La mayoría de las enfermedades entran cuando usted no está presente en su cuerpo. Si el amo no está presente en la casa, todo tipo de personajes sombríos se alojarán en ella. Cuando usted habita su cuerpo, será difícil que los huéspedes indeseados entren.
No sólo su sistema inmunológico físico se fortalece; su sistema inmunológico psíquico también se refuerza enormemente. Este último lo protege a usted de los campos negativos mentales y emocionales de los demás, que son muy contagiosos. Habitar el cuerpo lo protege a usted, no por medio de un escudo, sino elevando la frecuencia vibratoria de todo su campo de energía, de modo que todo lo que vibra a una frecuencia más baja como el miedo, la ira, la depresión, etcétera, existe ahora en un nivel de realidad virtualmente diferente. Ya no entra en su campo de conciencia o si lo hace, usted no necesita ofrecerle ninguna resistencia porque pasa derecho a través de usted. Por favor, no acepte o rechace simplemente lo que estoy diciendo. Póngalo a prueba.
Hay una meditación de autocuración simple, pero efectiva, que usted puede hacer siempre que necesite elevar su sistema inmunológico. Es particularmente efectiva si la usa cuando siente los primeros síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que están ya arraigadas si la practica frecuentemente con una concentración intensa. También contrarrestará cualquier perturbación de su campo de energía por alguna forma de negatividad. Sin embargo, no es un sustituto de la práctica diaria de estar en el cuerpo; de lo contrario, sus efectos serán sólo temporales. Aquí está.
Cuando usted no esté ocupado durante algunos minutos y especialmente por la noche antes de quedarse dormido y por la mañana antes de levantarse, «inunde» su cuerpo con conciencia. Cierre los ojos. Acuéstese sobre la espalda. Escoja diferentes partes del cuerpo para enfocar su atención, brevemente al comienzo: las manos, los pies, los brazos, las piernas, el abdomen, el pecho, etcétera. Sienta la energía vital en esas partes tan intensamente como pueda. Permanezca con cada parte quince segundos más o menos. Después, deje que su atención corra por el cuerpo como una ola unas cuantas veces, desde los pies a la cabeza y en sentido contrario de nuevo. Esto no requiere más de un minuto. Luego, sienta el cuerpo interior en su totalidad, como un único campo de energía. Mantenga esa sensación durante unos minutos. Esté intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de su cuerpo. No se preocupe si la mente logra ocasionalmente arrastrar su atención fuera del cuerpo y usted se pierde en algún pensamiento. En cuanto note que ha ocurrido esto, simplemente vuelva su atención al cuerpo interior.
DEJE QUE LA RESPIRACIÓN LO INTRODUZCA EN EL CUERPO
A veces, cuando mi mente ha estado muy activa, ha adquirido tanto impulso que encuentro imposible apartar mi atención de ella y sentir el cuerpo interior. Esto ocurre particularmente cuando entro en un patrón de preocupación o ansiedad. ¿Tiene alguna sugerencia?
Si en cualquier momento encuentra difícil entrar en contacto con el cuerpo interior, suele ser más fácil enfocarse en su respiración primero. La respiración consciente, que es una meditación poderosa en su propio sentido, lo pondrá gradualmente en contacto con el cuerpo. Siga la respiración con su atención, según entra y sale del cuerpo. Respire y sienta su abdomen expandiéndose y contrayéndose ligeramente con cada inhalación y exhalación. Si le resulta fácil visualizar, cierre los ojos y véase a sí mismo rodeado de luz o sumergido en una sustancia luminosa, un mar de conciencia. Entonces respire en esa luz. Sienta esa sustancia luminosa llenando su cuerpo y volviéndolo luminoso también. Después gradualmente concéntrese más en la sensación. Usted está ahora en su cuerpo. No se aferre a ninguna imagen visual.
EL USO CREATIVO DE LA MENTE
Si usted necesita usar su mente para un propósito específico, úsela en unión de su cuerpo interior. Sólo si usted es capaz de ser consciente sin pensamiento, puede usar su mente creativamente, y la forma más fácil de entrar en este estado es a través de su cuerpo. Siempre que se necesite una respuesta, una solución o una idea creativa, deje de pensar por un momento enfocando su atención en su campo interior de energía.
Tome conciencia de la quietud. Cuando vuelva a tomar el pensamiento, será fresco y creativo. En cualquier actividad del pensamiento, vuelva una costumbre ir y volver cada tanto entre el pensamiento y un tipo de oído interior, una quietud interior. Podríamos decir: no piense sólo con su cabeza, piense con todo su cuerpo.
EL ARTE DE ESCUCHAR
Cuando escuche a otra persona, no escuche sólo con la mente, escuche con todo su cuerpo. Sienta el campo de energía de su cuerpo interior según escucha. Esto aparta la atención del pensamiento y crea un espacio de calma que le permite escuchar verdaderamente sin la interferencia de la mente. Usted está dando espacio a la otra persona, espacio para ser. Es el don más precioso que puede dar. La mayoría de las personas no saben escuchar porque la mayor parte de su atención está ocupada en pensar. Prestan más atención a eso que a lo que la otra persona está diciendo, y ninguna a lo que realmente importa: el Ser de la otra persona bajo las palabras y la mente. Por supuesto, usted no puede sentir el Ser de otra persona sino a través del suyo. Ese es el comienzo de la realización de la unidad, que es amor. En el nivel más profundo del Ser, usted es uno con todo lo que es.
La mayoría de las relaciones humanas consisten principalmente en la interacción de unas mentes con otras, no en la comunicación de seres humanos, seres humanos en comunión. Ninguna relación puede crecer de esa forma y por eso hay tantos conflictos en las relaciones. Cuando la mente gobierna su vida, el conflicto, la disputa y los problemas son inevitables. Estar en contacto con su cuerpo interior crea un espacio claro de nomente dentro del cual la relación puede florecer.