134-Curso de autoestima

134-Curso de autoestima. Para ver en video: https://www.youtube.com/watch?v=ZvndmN8Uihk

134. El Poder de las Afirmaciones  Parte 1ª

Autoestima 134- El poder de las afirmaciones 1º – Curso de autoestima – Podcast en iVoox

«Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte  también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.

  • Hector Tassinari

EL PODER DE LAS AFIRMACIONES… PARA LOGRAR TODO LO QUE DESEA

Creo que puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que a usted le gustaría vivir sin el estrés que da el dinero, sin preocupaciones financieras. Afirmo esto, principalmente porque usted esta leyendo el taller de autoestima. Si estoy en lo cierto, lo que tiene que hacer está claro. Se debe embarcar usted en una carrera de implantación de imágenes. Su tarea es plantar imágenes específicas de riqueza y prosperidad en la fértil tierra de su subconsciente.

Todo lo que debe hacer es implantar las imágenes que le convengan; su subconsciente hará el resto. No se preocupe, nada podrá con el tremendo poder de su subconsciente. No hay tarea comparable a esta. Cualquier cosa que necesite hacer, déla por hecha. Su éxito está asegurado. El implantar imágenes de su propia elección en su subconsciente es la forma de actuación más poderosa y efectiva que puede afrontar.

Prepárese porque ha llegado el momento de conocer, con lujo de detalle, como implantar imágenes en su subconsciente usando el Poder de la Afirmaciones…

1 Haga una Lista de sus Deseos

En el capítulo anterior tratamos de generar en sus objetivos, por lo que creo si hizo el ejercicio estará preparado para el siguiente ejercicio de escritura muy simple. Tome un lápiz y papel, prepárese para escribir. ¿Está ya preparado?

Voy a formularle una sencilla pregunta. En un trozo de papel que esté en blanco o en el espacio que dejaré después de la pregunta, escriba lo primero que se le viene a la mente como respuesta a la  pregunta:

¿Qué desea Usted?

Si mucho no me equivoco, el espacio todavía estará en blanco y usted ha seguido leyendo sin escribir nada. ¿Tengo razón? ¿Qué pensamientos vinieron a su mente cuando leyó la pregunta? La pregunta es fácil de entender; no contiene más que tres palabras. La mayoría de la gente, cuando lee la pregunta, siente como una corriente de ideas llega a su mente, una ráfaga de preguntas sin orden alguno. En la confusión, les resulta difícil formular una respuesta coherente. Finalmente, se rinden y siguen leyendo sin contestar. Esta falta de claridad es precisamente el problema. Normalmente no sabemos lo que queremos. No tenemos una imagen clara y específica de nuestros deseos. Esta falta de certeza es, de lejos, la principal razón de que la mayoría de la gente no sea feliz o no tenga éxito. Estudios nos muestran que sólo dos de cada mil personas tienen claro lo que quieren.

LA MAYORÍA DE NOSOTROS VA POR LA VIDA SIN SABER LO QUE QUIERE,

PERO LO QUE SÍ SABEMOS ES QUE, SEA LO QUE SEA… NO LO TENEMOS.

En ningún caso debemos confundir el estar insatisfecho con saber lo que queremos. La mayoría de la gente está insatisfecha con sus vidas. No hay nada de especial en ello. Sin embargo, son muy pocos los que tienen la más mínima idea de lo que quieren.

Supongamos que un hombre decide tomar un avión para irse de vacaciones. Se dirige al aeropuerto, y mantiene la siguiente conversación con el vendedor de los boletos:

«Hola, quisiera comprar un boleto.»

«De acuerdo. ¿Adónde quiere ir?»

«Bueno, no estoy muy seguro.»

«¿Quiere comprar un boleto y no sabe hacia dónde?»

«Sí, creo que así es.»

«Bueno, lo siento pero no puedo ayudarle si no sabe a dónde quiere ir.»

«OH, la verdad es que, no me importa, lo que quiero es ir a un sitio donde pueda pasarlo bien.» «Lo siento, señor. Tiene que decirme dónde quiere ir. Si me lo dice, yo le daré el boleto para que vaya a ese lugar. De lo contrario, no podré ayudarle. Me gustaría, pero no puedo.»

Esta ridícula conversación es la clase de diálogo que la mayoría de la gente mantiene con su subconsciente. Sus mentes están ansiosas de ayudarles, pero no pueden. Si supieran lo que quieren, sus subconscientes lo conseguirían, pero sin tener pistas no pueden hacer nada. Un filósofo dijo una vez, que pensamientos confusos, crean vidas confusas. A usted no le gustaría caer en todo esto, ¿verdad? Si es así, su estado de confusión debe desaparecer ya, ahora mismo.

El primer paso para conseguir lo que uno quiere, es saber qué quiere.

Quizás le gustaría estar en este instante en otro sitio distinto al que ocupa ahora.

Quizás le gustaría hacer algo distinto a lo que normalmente hace.

Quizás desearía tener más cosas de las que actualmente posee. Esos sentimientos son generales y ambiguos, carecen de claridad y precisión. Esos pensamientos no son como las imágenes específicas. Para obtener resultados, debe saber exactamente dónde quiere estar, qué quiere hacer y qué cosas quiere tener. Sólo si tiene detalles, podrá formar imágenes de lo que quiere. Suponga que se le aparece un genio y le dice, «Te voy a conceder todos tus deseos. Haz una lista.» ¿Qué le pediría? ¿Cómo haría esa lista de deseos? ¿Sabría?

Una vez alguien me dijo, «Añoro algo. Lo deseo con todo mi corazón. El único problema es que no sé lo que es.» ¿Alguna vez se ha sentido así? Si su respuesta es sí, no está solo. Es usted uno de los muchos millones que no tienen ni idea de lo que quieren. Pues yo le puedo decir: ya es bastante. Ya es hora de hacer algo. Es hora de decidir qué es lo que quiere.

2 Defina lo que Desea

Le voy a formular la misma pregunta de nuevo. Pero esta vez, debe intentar contestarla de veras.

¿Qué desea Usted?

No se preocupe de sí es posible o no para usted conseguir esas cosas. Lo único de lo que debe preocuparse es de decir qué desea. Una vez, usted sepa lo que quiere, le enseñaré cómo conseguirlo. Recuerde que su subconsciente no responde a ambigüedades. Debe ser específico.

Prepare lápiz o bolígrafo. Va a hacer dos listas. La primera contendrá las cosas que a usted más le urge tener. En la segunda incluirá sus máximos deseos. Empiece. Y esta vez, por favor ¡hágalo!

En la columna de la izquierda, escriba lo que le viene a la mente cuando piensa en sus problemas económicos más inmediatos. Debe tener en cuenta su situación económica actual, la de hoy mismo.

Anote cada problema de forma breve pero específica. Por ejemplo, no escriba «deudas». Anote las deudas específicas que le agobien en este preciso momento. Primero rellene la columna de la izquierda. No tiene que rellenar todos los espacios; si sólo le vienen a la cabeza algunas cosas, no importa. Cuando crea que ha apuntado sus problemas más importantes, empiece con la columna de la derecha. Anote lo que crea que podría ser una buena solución a cada uno de los problemas de la lista de la izquierda. Puede que esto le lleve algún tiempo. Puede que tenga que tomar algunas decisiones como si es necesario reparar tal o cual objeto, si debiese sustituirlo por otro nuevo, etc.

Cuando haga esta lista sólo busque solución a sus problemas económicos inmediatos. Las soluciones de esta lista le llevaran a una situación financiera más o menos estable, lo suficiente como para “ir tirando”. Le daré algunos ejemplos. No los copie ni los utilice como suyos.

PROBLEMAS                                                                                POSIBLES SOLUCIONES

Puesta apunto del coche                                                                  Puesta apunto realizada

Factura del dentista                                                                         Factura liquidada

Silla rota                                                                                          Silla nueva comprada

Secador averiado                                                                             Secador reparado

Zapatos del niño rotos                                                                     Zapatos nuevos comprados

Ahora, hágalo usted mismo. Haga la lista de sus problemas económicos más inmediatos y otra con las posibles soluciones a esos problemas. Sepa que al escribir esto en el papel, está usted dando el primer paso hacia las soluciones tangibles en su vida real. Vamos, ¡haga su lista!

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Ya tiene hecha su primera lista. Ha anclado sus necesidades financieras más inmediatas y las posibles soluciones a ellas. Los datos de esta lista son el primer paso para establecer lo que usted quiere.

En la siguiente lista puede ir a por todas. Esta vez, haga una lista de todo aquello que viene a su mente cuando piensa en las cosas que desea tener. No una lista de lo que necesita, sino de lo que desea.

Pueden ser cosas que en el momento actual son casi imposibles de conseguir para usted. Póngale imaginación y piense cómo le gustaría que fuera su vida en realidad. No sea tímido. No se ponga  límites. Anote extravagancias. Si desea algo, apúntelo. Sea tan específico como le sea posible. No escriba cosas como, «mucho dinero». Anote, «5 millones al año». No escriba, «un buen trabajo». Escriba, «un puesto como técnico de laboratorio». No escriba, “Unas vacaciones divertidas». Ponga, «un viaje de un mes por toda Europa». No escriba, «un buen coche». Anote, «un BMW 840 nuevo». No escriba, «prestigio», escriba, «presidente de la comunidad». Anote las ideas en el orden en que le vayan viniendo. Incluya cualquier cosa que le venga a la mente, sea o no razonable. Y, por supuesto, diviértase.

Ahora ya tiene dos listas. Si unimos sus POSIBLES SOLUCIONES y sus DESEOS, tendremos una descripción de lo que usted añora. El paso siguiente es prestarle a esos elementos una mayor atención.

3 ¿Esta Seguro de su Deseo?

Ahora deberá examinar cada elemento de ambas listas. El propósito aquí, es reducir el número total de elementos mediante la eliminación de aquellos que no cumplen los siguientes criterios. Evalúe cada elemento de acuerdo con estas cinco consideraciones:

(1) ¿Realmente lo desea?

No introduzca en la lista un elemento sólo porque piense que a la mayoría de la gente le gustaría tenerlo. No lo incluya porque recuerde haberlo deseado anteriormente. No lo incluya Porque suene impactante. ¿Verdaderamente lo quiere? Sus posibilidades de obtener el elemento no deberían depender de las anteriores condiciones; lo único importante aquí es si, sinceramente lo desea. Debe tener un deseo ardiente por ese elemento, no un interés pasajero. Debe quererlo tanto que casi no pueda vivir sin él. Cuando piense en ese elemento, debe sentir una respuesta emocional. Si no, elimínelo. Su lista final debería contener sólo los elementos que usted desee con verdadera fuerza. No le importe eliminar muchos o incluso la mayoría de los elementos de su lista como resultado de esta consideración. Sea fuerte. Elimine todos los elementos que tengan poca consistencia. Cuando se encuentre con un elemento que verdaderamente desee, lo reconocerá.

(2) ¿Es posible de realizar?

La única consideración en este punto es que el elemento sea humanamente posible de conseguir. No se preocupe de sí a su modo de ver es viable en este momento. Ningún elemento es imposible de ser alcanzado si alguna vez alguien en el pasado lo ha conseguido alcanzar. Por ejemplo, es imposible nadar desde aquí a Hawai, pero es bastante posible hacer un viaje a Hawai en su nuevo yate.

(3) ¿Causará perjuicio a alguien?

No se preocupe de la posibilidad de que sus vecinos vayan a sentir celos. Este no es el tipo de «perjuicio» al que nos referimos aquí. Nos referimos a verdaderos daños, físicos o mentales, hacia otra persona. ¡Por ejemplo, causaría un daño verdadero si usted deseara reducir la cabeza a su suegra!.

(4) ¿Se contradice con algún otro elemento de su lista?

¿El cumplimiento de un elemento excluye al de otro? ¿Se da el caso de que dos elementos de su lista emitan energía en direcciones opuestas? Por ejemplo, si usted quisiera ser un jockey y, al mismo tiempo quisiera ganar el campeonato mundial de boxeo de los pesos pesados, debería eliminar uno de estos elementos de su lista. La aparición de elementos confrontados no es común, pero importante de puntualizar.

(5) ¿Es suficiente?

Esta consideración es delicada. La idea esencial es; no se limite a sí mismo. La mayoría de la gente va por la vida con una actitud cautelosa y limitadora hacia todo. Esto es un error, porque su constante prudencia los hace retroceder. La valentía, no la cautela, es la cualidad que se exige en este punto. Tenga cuidado con sus condicionamientos negativos. Supongamos que usted desea tener unos ingresos de cinco millones de pesetas al año. Sin embargo, hace unos momentos. Cuando escribió la cifra, la cautela le pudo. En vez de escribir cinco millones, anotó dos millones. ¡Cámbielo! Escriba lo que de verdad quiere, si es algo posible (como se definió en la segunda de estas cinco consideraciones). No se ponga limitaciones. Aunque esto le pueda parecer difícil, debe abandonar las limitaciones con las que ha convivido hasta hoy en su vida. Se debe forzar a sí mismo a pensar a lo grande. 

Intentemos un experimento. En el espacio de debajo, anote sus ingresos anuales en el momento actual:

Ahora, en el espacio libre, escriba la cantidad anual que desearía ganar: Compare las dos cifras. ¿Es la cantidad que desea algún que otro millón mayor que la que actualmente gana? ¿Sinceramente, estaría satisfecho si ganara esa mínima cantidad de más? Como regla general, sus ingresos ideales deberían ser, como mínimo, el doble de los actuales. Si la segunda cifra de las dos anteriores no es al menos el doble de la primera, sus aspiraciones quizás estén siendo demasiado bajas. Si este es su caso, tache la cantidad ahora mismo y escriba una cantidad de la que pueda sentirse orgulloso. Tenga grandes aspiraciones. Aquí no hay lugar para los débiles de espíritu. Si un elemento parece inalcanzable, mucho mejor. Anote lo que quiera, sea lo que sea. Sea atrevido.

4 ¿Qué Desea Usted?

En el espacio de debajo, escriba todos los elementos de las dos listas anteriores que hayan pasado el escrutinio de las cinco consideraciones.

¿QUE DESEA USTED?

¡Ya ha adelantado algo! Ya ha contestado a la pregunta: ¿qué desea usted? Su respuesta es específica, y ha quedado escrita. Ya está listo para convertir cada uno de sus deseos en una afirmación.

SELECCIONE EL LENGUAJE…

Una afirmación es una frase que realiza una declaración específica sobre usted como si ésta fuera ya cierta. Una afirmación se crea con el propósito de implantar la imagen expresada en el subconsciente. Aquí tiene un ejemplo de una afirmación: «Yo, Juan, tengo un nuevo BMW 840 rojo.» Para llegar a ser efectiva, una afirmación debe ser:

(1) Específica

(2) Positiva

Ambas cualidades son esenciales. En primer lugar, una afirmación tiene que ser especifica. El contenido de una afirmación debe ser expresado con el suficiente detalle como para poder ser fácilmente visualizada. Cuando cree una afirmación, piense en cada uno de los posibles aspectos positivos del elemento en particular. Incluya cualquier detalle que le parezca relevante y anótelo.

Supongamos que usted quiere conseguir vivienda nueva. No escriba, «una nueva casa». Algunos aspectos a considerar son, la situación (qué ciudad, en que parte de la ciudad), el tipo de vivienda (chalet, piso), el número de habitaciones (dormitorios, cuartos de baño), el diseño general, el tipo de mobiliario, el color, la chimenea, el jardín y demás detalle. Revise cuidadosamente todos los datos que le puedan ayudan a visualizar la vivienda al detalle. Tiene que tener una imagen clara del lugar, tiene que sentirlo. Para escribir una buena afirmación. Investigue y analice. Decida sobre elementos específicos. No escriba, «mucho dinero». Defina la cantidad. Anote, «5 millones de pesos.» Si quiere un nuevo equipo de música, pero no tiene claro cuál, busque. Estudie cuanto haga falla. Visite un almacén de equipos de música y documéntese. Hable con vendedores y oiga distintas demostraciones. No escriba, «equipo de música.» Escriba, «un equipo de música Pioneer de 5,000 pesos» Asegúrese de que cada afirmación que haga sea lo suficientemente específica como para que pueda ver el elemento en su mente.

Además de ser específica, una afirmación debe ser positiva. Escribir una afirmación positiva no es tan sencillo como pueda parecer. A veces, una afirmación parece ser Positiva pero no lo es. Su subconsciente absorbe todo con total literalidad. Siempre cree lo que usted le dice el significado estricto de sus palabras. Puede que lo que le diga no sea lo que realmente pretendía expresar. Por esta razón, el uso apropiado del lenguaje es esencial.

Una afirmación debe ser formulada como, si el hecho del que hable fuera algo ya llevado a cabo. Este requisito es de vital importancia. El uso de las palabras le puede resultar difícil en principio, pero se acostumbrará. Demos por hecho que desea tener un equipo Pioneer de 5000 pesos. Su afirmación debería ser algo como, «Yo, Juan, tengo un nuevo equipo de música Pioneer de 5000 pesos.»

Nunca escriba, «Yo, Juan, quiero un nuevo equipo de música Pioneer de 5000 pesos.» Su subconsciente oirá esto y pensará que si lo quiere, es porque todavía no lo tiene. Así, la imagen que se implantará en su  subconsciente será: «Yo, Juan, no tengo aún un equipo de música Pioneer de 5000 pesos.»

Observe que el resultado de esta afirmación acaba siendo negativo. De momento, la idea se planta en su subconsciente, con el significado justamente opuesto a lo que usted pretendía expresar. Gran parte de su pensamiento se centra principalmente en lo que no tiene. Sus afirmaciones no deben reforzar estos pensamientos. Por el mismo razonamiento, nunca escriba, «Yo, Juan, ojalá tuviera un equipo de música Pioneer de 5000 pesos.» o «Yo, Juan, necesito un equipo de música Pioneer de 5000 pesos.» Esas afirmaciones son negativas. El mensaje que toma su mente es que usted no tiene el equipo de música que quiere. Tampoco escriba, «Yo, Juan, voy a tener un equipo de música Pioneer de 5000 pesos.» Esta afirmación le puede confundir porque, realmente, parece positiva.» Sin embargo, su subconsciente pensará que si lo va a tener, todavía no lo tiene. De este modo, su imagen no conseguirá nada positivo. La imagen que se ha implantado es la de usted sin tener aún el equipo de música.

Una gran cantidad de gente ha probado durante las últimas décadas varios tipos de afirmaciones. El único tipo de afirmación que realmente funciona es en la que el elemento se describe como si usted ya lo tuviera en el momento presente. Haga sus afirmaciones como esta: «Yo, Juan, tengo un nuevo equipo de música Pioneer de 5000 pesos.» Su subconsciente oye esta declaración, y en ese momento la imagen de usted siendo el propietario del equipo de música es la que se implanta. Si hace sus afirmaciones de este modo, le darán resultado. Nunca use lenguaje negativo a la hora de hacer afirmaciones. Evite palabras tales como, «no’, «nunca», etc. Una afirmación debe describir algo que usted quiere atraer, no algo que desee eliminar. No escriba, «Yo, Juan, no tengo un dolor de espalda.», Sino “Yo, Juan, he curado mi dolor de espalda.», O bien, «Yo, Juan, tengo una espalda sana que nunca me duele.» Exprese siempre sus afirmaciones desde un punto de vista positivo. De alguna manera, usted tiene que «engañar» a su subconsciente y hacerle creer que el pensamiento expresado es cierto. Esto es fácil de hacer si usa el lenguaje apropiado. Su subconsciente responde a la claridad y la energía, no a los pensamientos ilusionados. Esta es la razón de que esos dos requisitos –especifico y positivo- sean esenciales.

Incluya siempre su nombre en las afirmaciones. Si su nombre es compuesto, incluya el que usa en su vida normal. Le recomiendo que nunca emplee el pronombre «nosotros» como sujeto de la afirmación. Por ejemplo, no escriba, «Nosotros, Juan y María, tenemos una hija sana.» Su subconsciente centra su energía en su realidad individual de forma mucho más efectiva que en realidades colectivas. Escriba, «Yo, Juan, tengo una hija sana con mi esposa, María.»

Hay gente que piensa que el uso del «nosotros» no es negativo, pero muchos oídos lo consideran ineficaz. Le recomiendo que vaya a lo seguro y emplee sólo su persona como sujeto de las afirmaciones. Las afirmaciones tienen que tener la extensión que usted prefiera; lo importante es que usted este conforme con dicha extensión. Sin embargo, tenga presente que va a escribirlas en repetidas ocasiones. En este caso, quizás prefiera que sean cortas.

Como regla general, haga sus afirmaciones tan breves como pueda, pero sin sacrificar la claridad en ningún momento. Por ejemplo, en vez de escribir, “Yo, Juan, estoy quedando con María Sánchez.», Le servirá si sólo escribe, «Yo, Juan, estoy quedando con Maria.», Debido a que usted ya sabe a quién se refiere y, automáticamente, visualizará a esa persona cuando escriba la afirmación. La extensión es sólo una cuestión de preferencias, y probablemente usted las prefiera cortas.

Seguidamente, le muestro una lista de afirmaciones correctamente formuladas:

Yo, Juan, tengo una Kawasaki 600 en mi cochera.

Yo, Juan, vivo en una casa de 1 millón en las afueras de la ciudad.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un saldo bancario de 5 millones.

Yo, Juan, tengo un nuevo equipo de música Pioneer de 5000 pesos.

Yo, Juan, gano 10 millones al año.

Yo, Juan, he pagado a mi dentista, el Doctor González una factura de 10,000  pesos.

Yo, Juan, me siento saludable y enérgico todo el tiempo.

No copie estos ejemplos ni los utilice como suyos. Sus afirmaciones deben ser diferentes. Cree sus propias afirmaciones basadas en sus deseos Particulares.

Lo más seguro es emplear únicamente afirmaciones de su propia cosecha. Usted es totalmente diferente de cualquier otro ser humano que jamás haya existido en el planeta. Sus pensamientos y deseos interiores son un reflejo de usted mismo y nadie más. Usted no es una persona genérica.

5 Use las Afirmaciones

Ahora, usted ya sabe cómo debe crear sus propias afirmaciones. Escriba todas sus afirmaciones según el modelo Yo, (su nombre), (la afirmación)

De nuevo, compruebe que todas sus afirmaciones son (1) específicas y (2) positivas. Tómese su tiempo y anótela cuidadosamente. El número de afirmaciones varía según la persona. La mayoría de la gente, después de este proceso de formulación acaba teniendo entre tres y diez afirmaciones. Una buena cantidad sería más o menos, cinco. Mucha gente sólo reúne una o dos también es válido. Si tiene usted más de diez, le sugeriría que redujera la cantidad, eliminando las que considere de menos importancia. No tema al modificar sus afirmaciones en cualquier momento y por cualquier razón. Sus metas pueden cambiar. De vez en cuando le pueden ir surgiendo nuevos intereses. Hay cosas que ahora son muy importantes para usted y poco después no serlo en tal medida. Si le apetece hacer cambios en sus afirmaciones, hágalos. En cualquier momento, puede usted decidir centrarse en las afirmaciones que considere más importantes y dejar un poco de lado las que lo sean menos. Más tarde, cuando algunas de sus afirmaciones se hayan convertido en manifestaciones reales, tiene dos posibilidades: eliminarlas o renovarlas subiendo el listón de sus metas.

Si, después de todo el proceso, alguna de sus afirmaciones no le convence, renuévela o bien, anúlela. Nunca dude en renovar o eliminar una afirmación. No hay nada malo en cambiar de opinión. El cambio es señal de que se tiene una conciencia evolutiva. Alguna gente, después de sólo unos meses, ha descartado cada una de sus afirmaciones originales, y las ha cambiado por otras completamente nuevas. No vacile a la hora de hacer esos cambios, si verdaderamente los cree convenientes. Son sus afirmaciones. Usted puede hacer con ellas lo que le apetezca. Si esta es la primera vez que utiliza el método de las afirmaciones, no se sorprenda si ve la necesidad de hacer algunos cambios tan sólo después de unos días. Con sólo diez, días de trabajo con su subconsciente, su mentalidad cambia. Actúe de acuerdo con estos cambios. Revise sus afirmaciones si siente la necesidad de hacerlo. Asegúrese de que hace lo que le conviene en ese preciso instante, no lo que le convenía la semana anterior.

Le recomiendo que reformule sus afirmaciones de un modo regular. Puede hacerlo una vez al mes, o incluso, una vez al año. Entre los tres y seis meses desde el comienzo, el método comienza a funcionar de forma óptima. A la hora de reformular, utilice el mismo método que al Principio. Comience borrando; formule sus dos listas (sus soluciones inmediatas y los deseos máximos); evalué los elementos de esas lista de acuerdo con los cinco criterios y mantenga sólo aquellos que pasen el escrutinio. Escriba esos elementos que le han quedado con el modelo de las afirmaciones. Cuando haga esta revisión, algunas de sus afirmaciones previas permanecerán sin cambios y otras cambiarán, pero ligeramente. Sin embargo, a menudo, le irán surgiendo algunas nuevas e irá eliminando otras que ya no le hacen falta. Bien, ya tiene su primera lista de  afirmaciones. Sólo por curiosidad, guarde esta lista y cuando pase un año vuelva a leerla. La considerará interesante e incluso fascinante, un año después. Mucha gente cumple todas sus afirmaciones en el primer año. Usted acaba de dar el primer paso hacia el éxito. Al formular sus afirmaciones, ya ha comenzado a arreglar su estado financiero; ya no tendrá que seguir esperando a que algún día se solucione por sí mismo. ¡Se acabó su vida de estancamiento y fracaso! A partir de hoy usted ira hacia delante…

6 Cuente Tres

Ahora que tiene hecha su lista de afirmaciones, le diré cómo implantar esas imágenes en su subconsciente. Siga estos tres pasos cada día.

PRIMERO:

Inmediatamente después de levantarse cada mañana, lea en voz alta sus afirmaciones y visualícelas. Coja su hoja de afirmaciones y lea todas sus afirmaciones desde la primera a la última. Léalas con claridad. Pronuncie cada palabra lentamente, vocalizando. Oiga su propia voz. Haga esto justo después de levantarse, cuando su mente todavía se encuentra en un estado impresionable. Si tarda mucho, su conciencia despertará totalmente y su mente será menos receptiva. Cuanto más espere, menos eficaz será este ejercicio. Hágalo antes de que pasen quince minutos después de levantarse. Cuando entona sus afirmaciones en voz alta su subconsciente le está oyendo. Esto hace que las imágenes penetren profundamente. Su voz, no importa cómo sea ésta, le es familiar a su subconsciente. Cuando su subconsciente oye a su voz afirmando algo, la cree. Con sólo mover los músculos de su boca está usted haciendo penetrar a las ideas en el subconsciente. No le importe hablar en voz alta. Si vive usted sólo, no habrá problemas a la hora de hacerlo. Ponga su lista de afirmaciones al lado de su cama y, justo al levantarse, cójala y léala en voz bien alta. Si no vive solo, quizás no quiera que los demás le oigan. En ese caso, necesita privacidad.

Puede que quiera leer sus afirmaciones donde nadie lo pueda oír, como, por ejemplo, en el servicio, con la puerta cerrada. Le daré un consejo: puede disimular el sonido de su voz poniendo la radio o la televisión en la habitación en que se encuentren el/los posibles oyentes. Sí no hay manera de pronunciar sus afirmaciones en voz alta sin ser oído, hágalo en voz baja. Al menos, mueva sus labios vocalizando cada palabra. El movimiento de sus labios, mandíbula y lengua -es decir, la pronunciación oral de las palabras- dirigirá la energía hacia su subconsciente. Hacerlo en voz alta es mejor, pero si no puede hacerlo así, haga lo que pueda. Después de leer cada una de las afirmaciones, deténgase unos momentos y visualice la imagen de lo que acaba de decir. Hágase una ilustración clara de algo que sea relevante para su afirmación. Algunos llaman a esta técnica visualización creativa. La visualización creativa mueve la energía que surge de sus deseos y la añade a sus imágenes. Esto hace que esas imágenes se «inscriban» en la parte «oculta» de su mente. La visualización creativa proporciona el poder de convertirse en realidad potencial a sus imágenes.

Visualizar es algo más que simplemente imaginar. Visualizar es construir una imagen completa y detallada en el ojo de su mente. Cuando usted realiza una visualización creativa, puede «ver» el objeto como si estuviera físicamente presente.

Para utilizar la visualización creativa, seleccione una imagen que se corresponda con su afirmación. Cierre sus ojos, tome aire y relájese durante un momento. Deje su mente en blanco. Dirija tranquilamente, su conciencia hacia la imagen, deje que su mente la observe. Vea la imagen como si estuviera proyectada en una pantalla de cine. Véala y disfrute con ella. Supongamos que tiene usted una afirmación sobre el pago de una deuda atrasada. Una posible visualización sería una factura con un gran sello que dijera, “PAGADO”. Podría también imaginar una conversación con su acreedor bromeando sobre la deuda que hace tiempo tuvo usted con él. Supongamos que quiere conseguir un coche nuevo. Sienta sus manos sobre el volante. Imagine cómo se desliza la palanca de cambios. Mire por el espejo retrovisor. Imagínese lavando el coche una tarde de verano. Si tiene una afirmación sobre una casa nueva, visualice la casa con todo detalle. Vea el jardín y a sus vecinos. Imagínese cortando el césped y podando los rosales.

Véase recorriendo la casa, habitación por habitación. Véase haciendo una fiesta de inauguración con todos sus amigos. La cantidad de imágenes que puede usted crear es infinita. Cada vez que pronuncie una afirmación, la visualización puede ser distinta. La técnica de la visualización creativa le ofrece una buena oportunidad para divertirse inventando las imágenes que prefiera.

En resumen, la primera actividad a realizar diariamente es la lectura y visualización de sus actuales afirmaciones. Hágalo justo al despertar cada mañana. Si tiene una lista de unas cinco afirmaciones, tardará aproximadamente entre uno y tres minutos.

SEGUNDO:

Una vez al día escriba una de sus afirmaciones repetidas veces. Lo puede hacer cuando quiera por la mañana, por la tarde o por la noche- siempre que disponga de lápiz, papel y unos minutos. Alguna gente me ha preguntado si puede hacer este procedimiento durante la misma sesión de la lectura diaria. La respuesta es positiva, si disponen de tiempo. Mucha gente prefiere hacerlo en ese mismo momento. Escoja una de sus afirmaciones. Puede elegir la que más le atraiga en ese momento, en la que tenga más empeño, o simplemente una que últimamente hubiera dejado algo retrasada. Puede repetir durante varios días o elegir una distinta cada día. Cuando haya elegido, escríbala una y otra vez. Debe escribirla un mínimo de diez veces. Si lo hace veinte veces, mucho mejor. Cuantas más veces escriba una afirmación, más pronto verá los resultados. Tampoco sea exagerado. Nunca escriba hasta quedar harto. Cincuenta veces, por ejemplo, probablemente sean demasiadas. Si escribe su afirmación entre, diez y veinte veces al día, estará en la cifra correcta para conseguir buenos resultados. De cualquier modo, sea flexible. Puede cambiar la cantidad según el día. Esta cantidad no tiene por qué ser una regla inquebrantable.

Una pregunta que me suelen hacer bastante es, «¿Tengo que escribir mis afirmaciones a mano o puedo hacerlo con el ordenador?”. Yo recomiendo que se haga a mano. Mi opinión personal es que el ordenador es una maravillosa herramienta en muchos casos, pero no para escribir las afirmaciones. El viejo método del lápiz y el papel es el mejor. Al ir escribiendo con su propia mano, el mensaje va pasando a la mente de forma automática. No obstante, hay gente que consigue resultados de la otra forma. Durante los últimos años, he oído testimonios de gente que lo hace con su ordenador. Aparentemente, para la gente que está acostumbrada a ello e incluso se siente a gusto frente a un teclado, puede funcionar. Si lo prefiere, inténtelo con un procesador de textos. Sin embargo, para la mayoría de la gente, funciona mejor el escribir a mano.

Aquí tiene tres consejos que le ayudarán a conseguir introducir lo que va escribiendo en su mente. Siga estas sugerencias cuando esté escribiendo las afirmaciones:

(1) Utilice una hoja lisa y sin arrugas, e intente hacer líneas rectas y paralelas. Esto mejorará su sentido del orden y la precisión.

(2) Escriba con buena letra. Aunque nadie más que usted vaya a leer lo que está escribiendo, al hacerlo así, mejorará su claridad de pensamiento.

(3) Reduzca ligeramente el tamaño de su letra. Esto mejorará su concentración.

De vez en cuando, también será conveniente que escriba cada afirmación en primera, segunda y tercera persona, en orden rotativo. Por ejemplo:

Yo, Juan, tengo un nuevo BMW 840 rojo.

Tú, Juan, tienes un nuevo BMW 840 rojo.

Él, Juan, tiene un nuevo BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un nuevo BMW 840 rojo.

Escribir las afirmaciones en segunda y tercera, persona puede ser eficaz, ya que muchos de sus condicionamientos negativos provienen de parte de otros de esa forma. Sea cual sea el pronombre que use, no olvide incluir su nombre en la afirmación.

Una sesión normal de escritura debería llevarle entre dos y diez minutos, dependiendo de su rapidez y del número de veces que escribe la afirmación. La mayoría de la gente completa este procedimiento en cinco minutos o menos.

TERCERO:

Lea sus afirmaciones en voz alta, fuerte y clara, e «intente visualizar cada una de ellas. Esto lo debería hacer antes de irse a la cama. Es un procedimiento idéntico al de la mañana. Intente hacerlo justo antes de quedarse dormido. Por lo demás, el procedimiento es idéntico al primero. Si, duerme solo, no tendrá problemas para leer en voz alta. Si lo hace acompañado, quizás prefiera llevar a cabo el ejercicio en un sitio privado, antes de irse a la cama. Los detalles los dejo a su elección. Esto es todo hasta ahora. Sólo tiene que leer sus  afirmaciones al levantarse y al acostarse, y escribir una de ellas repetidas veces, en cualquier momento del día. Haga esas tres cosas cada día y estará en el camino hacia el éxito. Este procedimiento requiere menos de diez minutos diarios. Es fácil y divertido. Si sabe usted contar hasta tres, podrá llevarlo a cabo. Desee lo que desee en esta vida, si sigue las instrucciones exactamente como he ido explicando, lo conseguirá.

Hágalo Una y Otra Vez…

La repetición es esencial para la técnica de las afirmaciones. Todo lo que usted repita, sea verdadero o falso, su subconsciente lo creerá. Ralph Waldo Emerson dijo, «Un hombre es el reflejo de lo que piensa a todas horas.» Cuando uno repite una idea con frecuencia, su subconsciente acepta esa idea como si fuera un hecho y comienza la tarea de convertida en realidad. En psicología esto se llama Ley de Impresión Mental Predominante.

Si durante toda su vida, usted se dice a sí mismo que no puede ahorrar dinero, implantará esa imagen negativa en su subconsciente, haga lo que haga, no será capaz de ahorrar. Planes de ahorro, diferentes estrategias y fórmulas que a otros les funcionan, a usted le fallan. Su problema viene por la constante repetición de un pensamiento negativo.

La solución es repetir el pensamiento opuesto, para intentar contrarrestarlo. Diga, «Yo, Juan, ahorro con facilidad.» Si lo repite lo suficiente, su subconsciente acabará creyéndole. Su propia imagen como alguien ahorrador sustituirá a la antigua de aquel que casi no podía llegar a fin de mes. De este modo, su subconsciente no tiene otra alternativa que la de ofrecerle las condiciones necesarias para que haga de su nueva imagen una realidad. Debe usted repetir sus afirmaciones una y otra vez, cientos de veces. Si todo transcurre con normalidad, no importa lo que haga, comenzará a acumular dinero. Una vez que en su subconsciente se ha implantado la imagen del éxito, todo empezará a ponerse a su favor. Usted ya tiene suficientes imágenes negativas almacenadas. Están ahí, y ahí estarán hasta que sus imágenes positivas las sustituyan. A no ser que deliberadamente cultive nuevas imágenes, continuará como hasta ahora.

NO ACTÚE Y NADA CAMBIARÁ.

Repetir sus afirmaciones es lo mejor que puede hacer. Lo que se repite entra en su subconsciente de la mejor forma posible. Cuando usted tiene un pensamiento, es como si lanzara una pelota a rodar. Si sólo tiene ese pensamiento una vez, la pelota se parará inmediatamente.

Nada llegará a materializarse con un solo pensamiento porque la energía activada habrá sido insuficiente. Sin embargo, si repite un mismo pensamiento de forma regular, la pelota continuará rodando y cobrara fuerza. Los resultados en su vida real llegarán mucho antes.

¿Qué cree usted que ocurriría si hiciera una afirmación una sola vez y no volviera a repetirla nunca más? ¿Cree que daría resultado? Repita una misma afirmación numerosas veces y su subconsciente le proporcionará resultados sobrecogedores. Mediante la repetición, la imagen quedará convenientemente implantada.

LA REPETICIÓN DE UNA AFIRMACIÓN ES EL MODO MÁS EFICAZ CONOCIDO PARA CONSEGUIR INTRODUCIR UNA IMAGEN A NIVEL DEL SUBCONSCIENTE

La primera vez que usted pronuncia una afirmación, en su mente consciente salta una alarma. Su mente racional sabe que lo que usted está diciendo no es verdad, y le informa adecuadamente. Si pronuncia la afirmación una sola vez, la parte consciente de su mente actúa, y se acaba el asunto.

En este caso, esa parte consciente de su mente tiene el control. Pero, si se repite la afirmación, usted tendrá el control. Así, la imagen se escabulle de su mente consciente y se introduce en su subconsciente. La repetición deja sin argumentos a su mente consciente.

Puede ver como se produce un diálogo interior escribiendo repetidas veces durante un tiempo una de sus afirmaciones y escuchando cuidadosamente sus silenciosas respuestas mentales. Ese diálogo probablemente sea algo parecido a lo que sigue:

AFIRMACIÓN /

RESPUESTA MENTAL

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Venga hombre!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡No seas ridículo!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¿A quien quieres engañar?

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Tonterías! ¡Vaya cuento!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Déjate de fantasías!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¿Ves ese cubo de basura? ¡Eso es lo que tienes!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Esta basura no funcionará.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Me siento ridículo haciendo esto.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

No conseguiré nada. Esto no puede ser verdad.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Seguro que no vale para nada!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Que idiota hay que ser… para tragarse esta tontería!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Vaya imbecilidad!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Qué tonto soy!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Hacer esto es una estupidez!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Bueno, por lo menos no me hará daño

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

No me lo pensaré más…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Sea como sea, con esto conseguiré un coche

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Qué locura! ¡Esto es de locos!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Pero no está tan mal

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Al fin de cuenta me sirve de consuelo…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Supongo que no estará tan mal.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Es verdaderamente divertido.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Ojalá pudiera creerme todo esto.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Seguro que estaría bien sÍ funcionara.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Un flamante 840¡

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

“Techo solar” tapicería de cuero…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Venga tío! ¡Qué tontería!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Tengo tantas posibilidades…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

…de conseguir un BMW nuevo…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

…como de…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Pero, estaría bien.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Se lo enseñaría a Julián…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Se quedaría alucinado.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Todavía no es posible.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Pero quizás algún día

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

“Humm» ¿porque no?

Poco a poco, sus respuestas mentales se van suavizando. El cambio es lento, y puede que necesite, de algún tiempo para darse cuenta. No obstante, extrañamente sé ira situando a favor de la afirmación. Sus diálogos interiores van cambiando gradualmente.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Cueste o que cueste…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

No puedo esperar más.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Seguro que tiene que ser increíble.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Casi lo puedo ver!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Lo conseguiré.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Sé que lo haré.

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Interior rojo y negro…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Vamos bonito…

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡No tardaré en tenerte!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

¡Voy a por ti, preciosidad!

Yo, Juan, tengo un BMW 840 rojo.

Sea persistente. Con el tiempo, sus respuestas mentales pasarán a la parte positiva, especialmente si su meta se va acercando. Cuándo por fin consiga esa meta, ¡cuidado! Su actitud será imparable. En ese momento, deberá eliminar de su lista la afirmación.

¿Cuánto se tarda en ver los resultados? No mucho. En treinta días o quizás menos, debería empezar a observar que algo está pasando. Cuando llegue ese momento, se sentirá mucho más optimista sobre las predicciones de éxito. Mediante la repetición, su subconsciente llegará a creer lo que usted diga. Que sea verdadero o falso es irrelevante. Incluso si lo que usted diga es falso en un principio, cuando su mente altere la realidad, ¡se convertirá en verdadero! Si usted repite una mentira absoluta muchas, muchas veces, ocurrirán dos cosas:

Primero, su mente aceptará esa mentira como algo totalmente verdadero, y segundo, la realidad cambiará tanto, que lo que una vez fue falso, se convertirá en verdadero.

Con el tiempo, su afirmación dejará de ser falsa, y será totalmente verdadera.

Aunque la repetición es importante, no escriba sus afirmaciones hasta el punto de quedar exhausto. No se lleve horas repitiendo. Un maratón que desgaste su energía será contraproducente. Lo único que debe hacer es seguir un programa moderado, aunque consistente, tal y como hasta ahora he ido sugiriendo.

Comprométase al 100%

Haga sus afirmaciones todos los días. Esto es obligatorio. No cabe discusión. No empiece a saltarse días y piense que no se va a notar. Su subconsciente se percatará.

Aunque le resulte difícil hacerlas algún día, hágalas como sea. Perderse un solo día le puede acarrear consecuencias; Perderse más de un día hará que el método fracase. No hay lugar para el descuido. No se salte ni un solo día; el efecto negativo puede ser muy grande.

Un esfuerzo parcial no tendrá valor. Si pretende llevar a cabo este plan a medias, más vale que lo olvide en este preciso instante. No desperdicie su tiempo. Se debe comprometer con el método al cien por cien. Decida hacerlo, y cumpla cada día. Hágase un juramento solemne a sí mismo de que va a prestarle una atención máxima.

La combinación de lectura y escritura (es decir, enfocado hacia movimientos corporales), bien aplicadas y de forma diaria, implantarán en su mente las imágenes que necesite de un modo eficaz. Siga el método con constancia, y no le fallará.

He diseñado una tabla de control para usted. Es la misma tabla que yo mismo utilicé. Tómese la libertad de alargarla y reproducirla para su uso propio. Esta tabla le ayudará a ceñirse a unos horarios y seguir el programa. También le ayudará a no olvidarse de ninguno de los tres pasos diariamente. Guarde su tabla en un sitio fácilmente accesible y, que esté a la vista. Clávela con una tachuela a la pared, póngala cerca de su cama, o en cualquier sitio donde la vea. Tenga un lápiz o bolígrafo cerca de la tabla. A la hora de utilizar la tabla, vaya marcando cada casilla que vaya cumpliendo. En la segunda columna, puede incluir una anotación indicando la afirmación que ha escrito ese día y cuantas veces la ha escrito. El objetivo es marcar las tres columnas de cada día, todos los días del mes.

El espacio en el pie de página está reservado para comentarios generales del mes. Ancle cualquier resultado que vaya experimentando, incluyendo las mejoras y eventos positivos que hayan dado ese mes. También puede incluir un comentario con sus impresiones personales sobre el progreso de cada mes. Si necesita más espacio, escriba detrás. Por favor, imprima su Tabla de acción personal y úsela con un total compromiso…

TABLA DE ACCION PERSONAL

Nombre:

Mes:

Año:

ACTIVIDADES DIARIAS

PRIMERO: Lectura matinal y visualización.

SEGUNDO: Escritura (una sola afirmación)

TERCERO: Lectura nocturna y visualización.

Día

PRIMERO

SEGUNDO

TERCERO

COMENTARIOS

Al final de cada mes, examine su comportamiento. ¿Están todas las casillas marcadas? Si es así, felicítese. Si no, dése una buena reprimenda. Si hay una cantidad apreciable de casillas en blanco, no debe desmoralizarse y abandonar.

Propóngase hacer lo mejor el mes siguiente. Si de verdad no pudo cumplir el programa estrictamente, no se torture. Hágalo lo mejor que pueda cada mes y no se preocupe. Pero recuerde, con una sola vez que falle, los resultados se resentirán. Por esta razón, un compromiso total es esencial. Vaya guardando sus tablas mensuales. Sus propios comentarios le podrán servir con posterioridad. Además, si guarda las tablas, irá teniendo un resumen de lo que ha ido ocurriendo en su vida.

Fortalecer las Afirmaciones

Seguidamente le muestro tres formas de utilizar sus afirmaciones. Aunque no es necesario obligatoriamente llevar a cabo esas técnicas, pueden ser entretenidas y ayudarle en su propósito. Puede realizar las tres o ninguna, ocasionalmente o nunca, si así lo prefiere. Usted decide si quiere añadirlas y cuándo añadirlas a su programa.

(1) Póngase delante de un espejo mientras pronuncia sus afirmaciones.

Mírese fijamente a los ojos y pronúncielas claramente. Esta energía enfoca y dirige la energía generada por sus imágenes al subconsciente.

(2) Grabe sus afirmaciones en una cinta de cassette y reprodúzcalas.

(Un cassette auto reversible sería ideal) Primero repita sus afirmaciones las veces que haga falta hasta llenar la cinta. Luego, rebobine la cinta y óigala. Póngaselas en el coche en el camino al trabajo. También en el walkman mientras hace jogging. Óigalas en casa, tumbado en la cama. Si se duerme mientras las está oyendo, el poder de autosugestión continúa durante su sueño. Mucha gente encuentra esta técnica eficaz, a la vez que relajante.

(3) Escriba unas pocas afirmaciones en fichas y llévelas durante todo el día.

Cada vez que se sienta estresado o molesto, saque una de las fichas y léala unas cuantas veces. Esta técnica sirve a dos propósitos: refuerza la afirmación, e inmediatamente le deja calmado y centrado.

Una vez conocí a una mujer que estaba enfadada y molesta casi todo el tiempo. Le echaba la culpa a su trabajo. Su jefe era un hombre irrazonable, que no le pasaba una. El estrés que sentía no cesaba ni al llegar a casa por la noche. No descansaba por las noches, e incluso entonces se sentía enfadada. Su relación con su hijo menor empezó a deteriorarse.  Todo se le estaba derrumbando. Sentía que su vida se le iba por un sumidero. Un día, empezó a llevar una afirmación en una ficha, a cada sitio que iba. Cuando en el trabajo tenía un momento de tensión, se metía en el servicio; cogía la ficha y se repetía una y otra vez la afirmación. Esa afirmación no tenía ninguna relación con el trabajo; se refería a una pieza de anticuario (un mueble) que deseaba tener.

Cuando la mujer hacía esto, se sentía mejor. Conseguía dibujar una sonrisa en su rostro, por muy ridícula que le pareciera esta técnica. Unos meses más tarde, se encontraba relajada y contenta. Al leer la afirmación pudo recuperar la confianza en sí misma. Cuando volvía a la oficina, se le veía un verdadero aire de auto confianza. Sus compañeros observaron el cambio claramente. En unas semanas, su perspectiva de la vida había cambiado. Para entonces ya había dejado de sentirse irritada fuera del trabajo; ahora los problemas se quedaban en la oficina. Disfrutaba de cada momento que estaba en casa, y los problemas con su hijo desaparecieron. Todo esto, asómbrese, lo consiguió utilizando una afirmación que ni siquiera tenia ninguna relación con el problema específico. Ahora, poco después de un año, esta mujer tiene un negocio propio que, por cierto, no va nada mal; su hijo y ella se llevan a las mil maravillas; y su casa está llena de muebles de anticuario.

PERMANEZCA EN SILENCIO…

Le recomiendo que no le diga a nadie el contenido de sus afirmaciones. Este consejo le puede parecer demasiado duro, pero le aseguro que tiene su porqué. La razón de este silencio no es crear misterio o suspenso. La única razón es que así todo funcionará mejor. No es obligatorio mantener silencio – puede compartir su plan con su esposa o con todo el mundo si quiere – pero aquellos que han guardado silencio, han conseguido un número mayor de éxitos. Mi consejo es que no le diga a nadie el contenido de su nuevo programa, ni siquiera que tiene un nuevo programa. El silencio es especialmente importante al principio. Su actitud al comienzo es especialmente vulnerable, al no haber empezado a ver los resultados que luego llegarán. La mayoría de la gente, cuando oye hablar de nuestro programa, hace algún comentario crítico. Su intención es buena; lo único, es que no saben el efecto negativo que están causando. No es que sea gente maliciosa. Con casi toda seguridad, estarán intentando ayudarle sinceramente. Quizás sólo estén hablando por hablar. Pero uno de esos comentarios negativos puede afectarle y bajar su motivación. Por ejemplo:

«Suena como uno de esos comecocos que hablan de positividad y demás»

«No parece muy lógico»

«Me parece demasiado extraño… pero, tú verás»

«Humm, ¿de verdad que está haciendo eso?»

«Mi tía intentó una vez seguir un método de estos y no le funcionó. »(Quizá sea demasiado para tu «vida»)

Incluso comentarios tan inocentes como estos, pueden tener efectos devastadores en su entusiasmo. Son comentarios usuales, pero terribles. Cuando uno empieza con este método, aún no está convencido de que vaya a funcionar. Quizás sólo esté Probando para ver qué pasa. Un comentario indocumentado es lo peor que en ese momento puede uno oír. Sea cual sea el nivel de determinación inicial que usted tenga, él más ligero atisbo de negatividad le puede afectar haciéndole dudar, y enviarle deseos de abandonar, Créame la mayoría de la gente que tiene buenas intenciones hará algún comentario crítico cuando se entere de lo que usted está haciendo. Otra buena razón para mantener el silencio es que el secreto le hará conservar su poder de Pensamiento creativo. Decírselo a otros desgastará esta energía. Sufrirá una pérdida psíquica de energía al informar a otros de los cambios que usted espera.

Tal anunciamiento atraerá la atención hacia lo que está haciendo y le creará una presión que le será perjudicial. Sí lo dice antes de obtener resultados; sus amigos le preguntarán cuánto tiempo ha de esperar. Esos son comentarios que no podrá evitar. No se lo comunique ni siquiera a gente que usted considere receptiva y  comprensiva.

«Sé cauto y precavido'» el silencio nunca te traicionará”

John Boyle O’Reilly

Necesitará una buena dosis de ingenio para mantener su plan en secreto ante su familia y allegados. (Quizás incluso deba esconder este libro, al menos durante un tiempo). Haga lo que tenga que hacer. Estoy seguro de que, si quiere, puede mantenerlo en secreto.

Pronto, su mujer o marido empezará a cambiar. Todo lo que usted toque se convertirá en oro. Cuando todo empiece, la gente se dará cuenta. Los resultados serán obvios Para todos los que le rodean. No tendrá que publicar que algo está pasando. La gente vendrá y le preguntará. Querrán saber si tiene alguna fórmula secreta para conseguir el éxito. Sonría. Siga su camino y dígaselo a quien quiera. Entonces nadie le discutirá.

Quizás no quiera seguir mi consejo ahora. Quizás crea que es demasiado exagerado. Puede que crea que, en su caso, es mejor que se lo diga a alguien. A lo mejor cree que ese «alguien» es especial y que debería compartir su secreto. Piense lo que quiera, pero no lo haga. Le pido que, en cuanto a este tema, sea mudo.

Créame, yo he visto a las personas más decididas a seguir el método, abandonar por decírselo a alguien especial. No deje su mente al descubierto ante las influencias negativas de los demás. Es algo que tiene que decidir usted, pero este es mi consejo.

(Continua la parte 2 en el siguiente Capítulo).