119-Curso de autoestima

119-Curso de autoestima. Para ver en video: https://www.youtube.com/watch?v=hiNqG40R0iI

119. El Poder de un Enfoque

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Somos lo que imaginamos ser.

Albert Einstein

Lo que enfocas en tu pensamiento y lo sientes desde tu corazón es lo que manifiestas en esta vida, es lo que logras en tu viaje llamado «existencia humana», la existencia del enorme poder de un enfoque.

Mira esta historia de la vida reciente: me enteré y constaté que el pasado 13 de abril de 2006, Chelsea Cooley, hermosa mujer de 21 años de edad, ganó el certamen de Miss USA, sí, triunfó como la ganadora absoluta. Como le pasa a todas estas hermosas mujeres que ganan un concurso tan deseado, a partir de ya, su vida entera es un torbellino de sueños que se tornarán realidad constantemente.

Miles de ofertas de trabajo, millones de sesiones de fotografías para revistas y medios en general, firmas para publicidad de productos de belleza, enormes cantidades de ropa y fabulosos viajes, es decir, a los 21 años de edad, el mundo lo tiene a sus pies. Sin embargo, aquí lo más interesante para mí: desde enero se les pidió a las 14 aspirantes al título de Miss USA que mantuvieran por escrito un deseo o metas en sus vidas y que mostrarían al final del concurso. En ese día, todas rompieron lo que cubría su tablero de metas y fue muy curioso ver que todas escribieron metas extraordinarias, humanas y sublimes, pero…, pero…, Chelsea fue la única -¡la única!– de las concursantes que tuvo el coraje para escribir solamente una cosa: «Quiero triunfar siendo Miss USA». Eso fue todo lo que escribió. Y sí, ganó esta hermosa mujer de North Carolina. Interesante fenómeno, ¿no crees?

         De una vez por todas debes darte cuenta de una gran verdad: la mente humana siempre atrae lo que piensa. ¡Siempre! Pero más fuerte y más seguro si todo el tiempo se está pensando en «una sola cosa», es decir, si se está meditando en ella. ¿Qué es la meditación? Es concentración dirigida. Concentrase es traer todo al centro, a un punto donde absolutamente toda nuestra energía se enfoca. Y precisamente damos vida a aquello donde se enfoca nuestra energía, misma que es enviada por medio de nuestros pensamientos. Somos co-creadores de la existencia a través de la fuerza del pensamiento dirigido, mediante la concentración intensa y dirigida a un punto.

Es muy poderoso pensar en una sola idea todo el tiempo y pronto ver cómo esa idea se cristaliza en realidad.

         Nunca voy a olvidar ese clásico experimento que creo que muchos hicimos en la secundaria, aquel donde se nos enseñaba algo de la difracción o refracción de la luz y los cambios en la concentración de ella usando una lupa.  ¿Recuerdas? Sí, aquel donde se nos pedía que pusiéramos un pequeño papel y que luego usando una lupa, hiciéramos pasar el rayo del sol, pero ajustando (enfocando) la lupa de tal manera que el haz de luz se hiciera lo más concentrado posible en un punto.

Debíamos mover la lupa hacia arriba y hacia abajo hasta encontrar una distancia exacta donde la luz del sol incidiera en un punto, y ahí dejarlo sin moverlo para que, efectivamente, si no lo movíamos, si concentrábamos la energía del sol en forma de haz de luz en el mismísimo punto todo el tiempo, en pocos segundos el papel se empezaba a quemar, empezaba a salir humo e inmediatamente fuego. ¡Se prendía el papel! ¡Se transformaba algo! ¡Uf! Me encanta recordar este experimento que hasta estas alturas de mi vida recobra un significado trascendente. ¡Porque lo mismo pasa con la fuerza del pensamiento enfocado en un punto! Si mantenemos el enfoque en el mismo deseo, si movemos nuestra «lupa interior» para enfocar hasta que visualicemos clarísimamente lo que deseamos (¡claridad es poder!), entonces y sólo hasta entonces, veremos cómo la energía que nos circunda se transforma, se prende, mostrándonos frente a nosotros aquello que deseábamos con tan fuerte concentración. Ese es el poder de la meditación ¡diaria!

El efecto de meditar «diariamente» en aquello que deseamos, es estar moviendo la lupa hasta encontrar el punto perfecto donde se concentra el haz de energía de nuestro ser. Y luego mantenerse ahí sin moverse, hace que de un momento a otro logremos lo que deseamos. Sea lo que sea. Te repito: sea lo que sea, lo podemos lograr. Solo necesitamos claridad y concentración.

         He recibido varios correos de personas que me platican sus «historias increíbles» del cómo han logrado lo que a todas luces parecería imposible. Y sí, creo en todas esas historias. Mi vida entera es una historia que demuestra fehacientemente el tremendo poder de un enfoque, la magia que se sucede si no se ceja en el empeño de desear algo, pero sin luchar, sin esforzarse, sino solo manteniendo el enfoque. Eso es todo.

De lo demás, el Universo se encarga. Yo sé que esto es muy difícil de aceptar y comprender para quien está acostumbrado a luchar, pero si te das la oportunidad de vivir una Nueva Conciencia, alcanzarás a sorprenderte que sin luchar en lo más mínimo, sino gozando todo el tiempo, la abundancia, la salud y el bienestar fluyen constante y naturalmente hacia ti. Así está diseñado el Universo. Si no te sucede esto, es que algo estás haciendo para bloquear este flujo natural. No es que no atraigas las cosas, sí las atraes con la fuerza del pensamiento, pero lo que sucede es que no permites que lleguen a ti. Y solo permites cuando decides deliberadamente sentirte bien. Solo quien se siente bien recibe aquello que atrajo. Esto es una ley.

         ¿Cómo crees que Chelsea Cooley se sienta en estos días? ¿Bien? ¿Extraordinariamente bien? No, eso es poco para como se siente. Te lo puedo asegurar. De hecho, quizá no hayan palabras inventadas todavía para describir lo tremendamente bien que se debe sentir. Hoy Chelsea está viviendo como lo recomienda un célebre autor, Albert Camus: «Vive hasta el punto de las lágrimas». Y sintiéndose así, aún más bienestar, abundancia y salud se dirigen a ella. ¡Aún más y más y cada vez más! Me consta en mi propia vida, a mi escala proporcional, lo que aquí te estoy diciendo.

En mi vida reciente, no pasa ni un solo día en que no viva hasta el punto de las lágrimas y derrame más de alguna, y todas ellas lágrimas de emoción, amor y bienestar tan grandes. Hace un par de semanas, comiendo con un alto ejecutivo de un banco, le dije que me disculpara por las lágrimas que se me estaban saliendo, a lo que me preguntó por qué, y tan sólo le dije: «Es que este vino está exquisito». Se me quedó viendo y me dijo: «Qué raro eres, ya te pareces a aquel personaje que sale en la película «Al diablo con el diablo», y llora intensamente tan sol por ver un atardecer». Yo no he visto la película (la conseguiré pronto), pero también he llorado por sentir un atardecer. Querido lector, lectora: ¡Es tan importante elegir deliberadamente sentirse bien en todo momento! ¡Pero tan importante! Que es la única forma de abrir los portales que dejan pasar el total bienestar, la total salud y la más grande abundancia a nuestra vida. Esto es una ley donde no existe índice de error.

         Piensa en algo que desees, lo que sea, una persona, animal, cosa, circunstancia, lo que sea, enfócalo, mantenlo en tu pensamiento constantemente, apunta por todos lados tu deseo, en tu cartera, en la puerta del refrigerador, en el espejo del baño, en los espejos retrovisores de tu auto, hasta en alguna parte de tu cuerpo lo puedes escribir. Piensa en ello todo el tiempo y apuesta en que antes de lo que te imaginas (muchas veces antes de 3 días), prenderá tu energía y se verá materializada frente a ti. Ahí ya estás manifestando. Si crees en esto o no, en cualquiera de ambas posturas tendrás razón.

         Co-crear tu vida con el poder de un enfoque, para que una vez que obtengas algo que quieres, de inmediato pases a pedir algo más, y luego más y luego aún más, te llevará a un estado de disfrute y magia permanentes que difícilmente mis palabras pueden expresar. Tan solo te garantizo plenamente que existe este estado donde se empieza a vivir un círculo virtuoso. Más manifiestas, más te emocionas, más bien te sientes, más abres canales para manifestar, más pides, más se sigue manifestando, más aún te emocionas y te alegras, más te sigue llegando, más te sorprendes, más canales de abundancia abres, más y más sin parar. No hay límite. Ni siquiera existe un límite prudente (salvo que así lo creas y te limites).

El martes pasado me comentaba un alto ejecutivo con el que desayuné: «Yo solo le pido a Dios salud, ya que de lo demás me encargo yo». Y entendí perfecto porqué esa persona «solamente» tiene salud y en todo lo demás se está quejando que no lo logra. Recuerdo que le dije al despedirme: «Querido ingeniero, ¿le gustaría un consejo?». «Por supuesto» -me dijo. «Pida más, mucho más, pero mucho más, porque hay. Hay en cantidades infinitas y para todos. Solo que pocos creen en esto. Pida más, no solo salud. Y tendrá mucho más que solo salud. Pida más». Esta persona me sonrió y se fue feliz. Ayer me habló emocionado diciéndome que acababa de cerrar un negocio millonario. Me dijo que está empezando a creer en la fuerza de este consejo. Yo pensé: «Y eso que apenas está empezando».

         Disfruta la vida con el poder de un enfoque, goza manifestando, sorpréndete con la fuerza del pensamiento, y permite que lo más natural sea vivir hasta las lágrimas todo el tiempo, lágrimas de sorpresa, de alegría, de gratitud, de auténtica…

 ¡Emoción por Existir!