073-Curso de autoestima

073-Curso de autoestima.

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73. Una Poderosa Fuente de Bienestar

Autoestima 073- Una poderosa fuente de bienestar – Curso de autoestima – Podcast en iVoox

Somos lo que imaginamos ser.

Albert Einstein

Si necesitas mayor bienestar y paz, lo que ahora quiero recomendarte es de trascendente importancia. Una de las más poderosas herramientas para lograrlo es vivir rodeado de un ambiente de orden. Un ambiente ordenado genera un enorme e indescriptible bienestar a quien lo habita. Ya sea en tu casa, oficina, automóvil, mochila, bolsa o portafolio.

La ley de Atracción se sucede en el momento en que pensamos en algo, en ese momento ya viene hacia nosotros; pero lo que más me impactantes es que la ley de Permisividad, trabaja solo cuando nos sentimos deliberadamente bien permitiendo que eso que atrajimos llegue a nosotros. Y estoy seguro que esto es lo más difícil del proceso para manifestar que explicas, lo difícil que resulta para muchos el desear y lograr sentirse deliberadamente bien. ¿Por eso las cosas que mucha gente quiere no les llega, verdad? Porque no se sienten bien a priori”.  Esa es exactamente la parte más desafiante para muchos que desean manifestar en su vida, para muchos que desean la abundancia. Las cosas, personas o circunstancias que deseas no llegan a ti si no permites que te lleguen, y la forma de hacerlo es sentirse de antemano deliberadamente bien. Por ello, hoy quiero compartirte una  de las más poderosas herramientas para lograrlo.

Todo es cuestión de Vibración

Si hay algo que debe caracterizar tu Nueva Conciencia, si hay algo que debe favorecer el que “te des cuenta” de que todo se trata de algo más de lo que nos dijeron los modelos educativos anteriores, si hay algo que te debe llevar al siguiente nivel es la verdad que te comparto hoy aquí: «En la Ley de Atracción todo es cuestión de vibración. Todo, absolutamente todo, está vibrando”. Y cuando te digo “absolutamente todo” es precisamente eso. Todo. Ahora veamos que ventajas te da tener este conocimiento.

Debes comprender (o aprender) que hasta un pensamiento es algo que está vibrando. Si todo pensamiento vibra, todo pensamiento emite una señal, y así cada pensamiento atrae una señal de regreso que encaja perfecto con la señal que emite. En otras palabras, tus pensamientos al vibrar emiten una frecuencia vibratoria que sintoniza con la misma frecuencia pero en el exterior, y esta es la forma en que “atraes” las cosas a tu vida. Esto es el fundamento de lo que se llama “Ley de Atracción”. Esta ley dice: lo que se parece a sí mismo, se atrae. Esta es una ley universal que debes comprender cabalmente.

Toda experiencia que tengas en esta vida hace que elijas un pensamiento con el que interpretas lo que te pasa, y ese pensamiento se transforma en un “cohete vibracional” que lanzas al Universo tan solo con pensarlo. Si quieres que te sucedan cosas buenas y usar tu gran poder para manifestar lo que quieras en tu vida cotidiana, necesitas mantenerte a ti mismo en una armonía vibracional con las frecuencias de aquello que deseas que te suceda.

Si no tienes algo que deseas, te recomiendo que todo el tiempo pienses en eso que deseas, que “sientas” como si ya lo tuvieras, y por Ley de Atracción, pronto llegará a ti, incluso de la forma en que menos te lo esperas y cuando menos te lo imagines. Ahí ya estás manifestando. Pero ¡alerta!, mira, también si tus pensamientos están enfocados en algo que no quieres, por ley, eso que no quieres se manifestará en tu vida por el poderoso hecho vibracional de que estás pensando en ello. La negación es una muy poderosa forma de pensar, entonces lo vas a atraer. Esto es ley.

A estas alturas de mi vida, por todo lo que he experimentado con Nueva Conciencia en más de 13 años de experiencias vitales (de todo tipo, para bien y para mal), estoy decidido a publicar el siguiente paso, otra luz en el camino. A lo largo de los años he recibido una innumerable cantidad de cartas y correos donde la gente me pregunta cómo lograr alcanzar lo que desea, desde una mejor relación de pareja hasta un incremento de sueldo o hasta la obtención de una casa o bien material que siempre busca, desde cómo realizar un gran viaje hasta cómo experimentar paz interior.

En los capítulos anteriores de este taller de autoestima, ya se han revelado ciertas verdades que se me aparecieron a mí. Pero hoy, llego un poco más allá al saber plenamente y sin duda alguna que todo es cuestión de vibración, con amorosidad hoy te afirmo:

La forma para atraer algo que deseas a tu experiencia de vida consiste en lograr una armonía vibracional entre tus pensamientos y aquello que deseas”.

Me explicaré con un ejemplo: si deseas un flamante automóvil nuevo (algo que sin duda puede tener una frecuencia vibracional alta), pero al mismo tiempo envidas a las personas que lo tienen (tu envidia te lleva a una frecuencia vibracional lenta), el auto jamás llegará a ti, no lo podrás atraer, sus frecuencias no armonizan con las tuyas. Otro ejemplo: Si deseas tener una relación de pareja estable y pacífica (algo de muy alta frecuencia vibratoria) pero al mismo tiempo estás preocupada o preocupado al dudar si te es fiel o no, si al mismo tiempo estás molesta o molesto contigo mismo por un problema que tuviste en tu trabajo, si al mismo tiempo sientes ansiedad al no saber si te va a dejar o no (todos estos ejemplos son de frecuencia vibratoria muy baja), pues nunca atraerás a tu vida una pareja estable y en paz. No hay armonía entre sus frecuencias vibratorias, es decir, no sintonizan en la misma frecuencia. Un último ejemplo como para que quede más claro: si deseas más dinero y mayor abundancia en tu vida (algo sin duda de muy alta frecuencia vibratoria), pero al mismo tiempo estás preocupado porque tienes deudas, preocupado porque el dinero no te alcanza, ansioso porque no hayas la forma de ganar más dinero (todo esto de una frecuencia vibratoria extremadamente baja y lenta), pues el dinero no llegará a ti. Imposible. Las frecuencias vibratorias entre lo que deseas (dinero) y tus pensamientos (preocupación), no sintonizan, no cazan, no encajan. Así es como dejas de manifestar. ¿Me expliqué?

La manera más sencilla de hacer que armonicen tus frecuencias vibratorias con las de tus deseos, es que “imagines” que ya lo tienes, que al imaginarlo “sientas” la maravilla de gozar aquello que deseabas, creer que ya lo tienes en tu experiencia de vida, dirigir tus pensamientos al disfrute como de ya tener aquello que deseas…, y con la práctica de esta poderosísima recomendación propia de una Nueva Conciencia, te mantendrás en la frecuencia vibratoria necesaria para que “permitas” así que aquello que deseas se manifieste en tu experiencia de vida. De lo que hoy te digo tengo la evidencia con mi propia vida en los últimos 10 años. Y también te confieso que con la práctica, el tiempo que pasa entre que deseas algo y te sucede, es cada vez menor. Al principio pueden ser años o meses, y luego sucede en 1 o dos minutos. Me consta en ambos casos.

Con Nueva Conciencia, tus emociones se transforman en un maravilloso sistema de guía para ti. Cuando practiques estar más conciente de tus emociones, detectarás rápidamente si estás vibrando lento o rápido. Es muy fácil. Si te sientes mal, vibras lento. Si te sientes bien, vibras rápido. No hay más profundidad conceptual necesaria aquí. Pero sigamos: si te sientes mal, vibras lento, y al vibrar lento empiezas a sintonizar con frecuencias de ese tipo y peores cosas te empiezan a suceder. ¡Las atraes con tu lenta frecuencia vibratoria! Por eso la gente me dice: “…ay, es que ya no es lo duro sino lo tupido…”. Sí, me queda clarísimo cuando comprendes que todo es cuestión de vibración. Lo mismo al revés, si te sientes bien, vibras rápido y al vibrar rápido sintonizas con frecuencias de esa misma vibración, así atraes más abundancia, más alegría, más entusiasmo, más amor, más bienes materiales… ¡y sin esfuerzo! Aquí es cuando la gente decimos: “¡Wow! ¡Qué bien me está yendo y cada vez mejor! Pues claro, lógico, es la ley de atracción en pleno y gozoso funcionamiento. Quizá para alguno los lectores le cause un calambre cerebral el que afirme que “sin esfuerzo”, pero sí, así es. De hecho, el esfuerzo es una idea cuya frecuencia vibratoria es muy lenta, y por lo mismo que hoy te estoy explicando (confesando) es que mucha gente que se esfuerza no logra lo que quiere. El esfuerzo es de frecuencia vibracional lentísima y si lo que desea la persona es de frecuencia vibracional muy alta. Así, no hay armonía vibracional, no hay sintonía, no atrae, no manifiesta lo que desea en su vida. Lógico. Es una ley.

Una poderosísima manera de que logres elevar tu frecuencia vibratoria. Con que la eleves basta para que el bien, lo hermoso, la dicha, la felicidad y el amor, lleguen a ti como natural consecuencia de sintonía. A estas alturas ya debes entender perfectamente porqué. Mi más poderosa recomendación para ti hasta el momento es la siguiente…, ¡pon toda tu atención a mis palabras para que las hagas tuyas!….

“Si quieres elevar tu frecuencia vibracional, si deseas vibrar más rápido haz algo que te haga sentir bien. Elige deliberada / conciente / objetivamente sentirte bien siempre. Y si quieres disminuir tu frecuencia vibracional, elige sentirte mal por algo o por alguien”.

Así de sencillo y de consecuencias en igualdad de frecuencias. Es decir, si deseas algo hermoso, útil, bueno en tu vida, lo único que tienes que hacer es elevar tu frecuencia vibracional a los niveles de aquello que deseas. Y para ello, has de elegir sentirte bien siempre, ¡siempre! Haz lo que tengas que hacer, ¡lo que sea necesario!, para sentirte bien siempre. Por ejemplo: he sido criticado por alguna persona cuando sugerí que dejaras al menos un par de meses no escuchar ningún noticiero, ni leyeras ningún periódico durante éste tiempo. A mí me ha funcionado de mil maravillas. Si alguien me habla para darme alguna mala noticia o decirme palabras de muy baja frecuencia vibratoria, no permito que entre a mi campo vibracional. Me dio risa que hace un par de semanas, una señora a la que estimo, me dejó dicho: “…Un ejemplo: una amiga me buscaba con frecuencia y nunca me encontraba. Solo dejaba recados en la contestadora de mi casa y siempre (¡siempre!) con una queja: “Oye, qué te pasa, por qué no me hablas….”, “…Oye ya comunícate desgraciado, me tienes ya de malas”, “Oye, ¿qué te crees? Recuerda que los amigos siempre se hablan y se procuran, aprende”. En ninguna de esas llamadas contesté. No me interesa comunicarme con quien va a reclamarme algo, por más apariencia de justificación que tenga. En otras palabras, si estoy vibrando tan alto y tan rápido, no me interesa bajar mi frecuencia vibracional con ese tipo de llamadas. Han pasado los meses y he enviado un clarísimo mensaje a mis amigos: “Si has de querer comunicarte conmigo, solo será a través de buenas y amorosas maneras, de lo contrario no me encontrarás”. ¡Y me ha funcionado de maravilla! En otras palabras, lo que he hecho con mi círculo de relaciones más cercanas es enviar el mensaje: si quieres convivir con altas frecuencias vibratorias (las que yo elijo todo el tiempo), has de elevar las tuyas y entonces ahí sí nos encontraremos. Así está funcionando mi vida hoy en día. Esto tan solo por comentarte un ejemplo muy personal, pero que con toda seguridad te dejó claros los conceptos.

Otra poderosísima manera para pensar en algo y así generar su frecuencia vibratoria es hablar de ese algo constantemente. Ayer visite un amigo y se encontraba su mamá de visita y me relató un dramático asalto que vivió en su casa, amagando a toda su familia y un sin fin de desdichas. Luego de que la escuché con atención (ahí por tratarse únicamente de educación, obviamente), se me ocurrió preguntarle: “Señora…, ¿cuándo sucedió esto que me comenta?”. Su respuesta: “Fue hace 20 años”. ¡¡Quéeee!! Yo llegué a pensar que por la pasión con la que me comentaba estos sucesos le había sucedido la semana pasada y estaba en plena catarsis conmigo, pero no. Y el motivo de su plática es que desde hace años se siente mal, deprimida y cansada todo el tiempo. ¡Pues lógico! Si sigue pensando poderosamente en algo de frecuencias vibratorias tan bajas, como se logra a través de hablar y hablar de una desgracia, y para colmo de algo sucedido hace 20 años, pues por ello siempre se siente mal, atrae a su vida carencia, atrae problemas, enfermedades, atrae más desgracias porque ha elegido, al hablar constantemente del tema, vibrar tremendamente lento. Lo que le pasa es una ley de atracción.

Por ello, con una Nueva Conciencia desde siempre he recomendado no ver noticieros, ni ser parte que comunica malas noticias, ni nada por el estilo, sino que mejor elegir el hablar exclusivamente de buenas noticias y hacerlo constantemente, hablar de hermosos acontecimientos, hablar de la maravilla que es la vida, de lo hermosa que puede manifestarse frente a nosotros si nosotros albergamos pensamientos de muy alta frecuencia vibratoria. Por algo nos encontramos tú y yo aquí. ¡¿No es una bendición?!

Quiero conocer los pensamiento de Dios…

 el resto son detalles».

Albert Einstein

            Con todo lo que te he comentado el día de hoy, es curioso darse cuenta de que cuando queremos ver a alguien para pasar un momento agradable, muchas veces hacemos todo lo necesario para que ese encuentro no se dé o sea desagradable. ¡Hey! ¡Hay que despertar a una Nueva Conciencia y entender que no funciona así! Si quieres recibir algo bueno del Universo, primero has de elegir vibrar a esa frecuencia alta y veloz, para que luego por lógica, por ley, lo atraigas al sintonizar con lo deseado. No funciona de otra forma. Te insisto, te presente que todo inicia contigo, por como elijas sentirte. Esta es la forma en que creas tu propia realidad. Por ello no dejaré de decirte: lo normal es estar bien. Deja ya de creer que la vida es sufrimiento y que las cosas se obtienen con dolor.

5 poderosas palabras que pueden transformar tu vida cuando las aceptas y vives según su intrínseca verdad. Hay una enorme tentación allá afuera para elegir sentirse mal, hallarás mil razones por las cuales justifiques sentirte mal (preocupado, con miedo, angustiado, triste) y todas esas razones son solo tentaciones del lado oscuro para bajar tu frecuencia vibracional. Por plena experiencia propia te diré algo hoy: incluso en la más amenazante circunstancia, incluso en el mayor mal que se te quiera proferir, incluso ahí, puedes elegir la paz, puedes elegir sentirte bien. Así elevas tu frecuencia vibratoria, y todo aquello que resultaba amenazante o preocupante (de vibración lenta) nunca puede llegar a ti, pero tan solo si tú te elevas por sobre esa baja frecuencia vibracional. ¿Cómo elevarte? Intenta sentirte bien en todo momento, ¡elígelo!, claramente es una opción que tenemos siempre e independientemente de las circunstancias.

           Debido a que todo tiene su propia vibración, y debido a que tú desarrollas una relación vibracional con todo lo que te rodea en tu vida, tus pertenencias personales tienen un impacto en la manera en que te sientes y en tu capacidad de atracción y permisividad. Esto sucede siempre y en todo momento.

            Si estás rodeado de desorden, ya sea en tu habitación, oficina, automóvil, mochila, bolsa, o portafolio, ese desorden y varias de las cosas inútiles que guardas tiene una energía que afecta tu bienestar, seas consciente de ello o no. En cambio, un ambiente ordenado elimina muchos obstáculos vibracionales para permitir que las cosas que deseas lleguen a ti. En el Orden y limpieza existe una alta frecuencia vibratoria que genera un poderoso bienestar y claridad mental, y sintiéndose así de bien, las cosas que pensamos y deseamos, llegan más rápidamente a nosotros.

            Algunas de las principales barreras para empezar a ordenar las cosas, son:

  • Si empiezo, nunca voy a acabar, mejor no empiezo.
  • No sé ni por dónde empezar.
  • No sé cómo hacerlo.
  • No tengo más espacio para acomodar estas cosas.
  • No tengo tiempo.
  • En el desorden que se ve, yo tengo un orden muy personal y si lo acomodo se me van a perder las cosas.

En varios de estos pretextos existe el mismo trasfondo: pereza, desidia. ¡Dos de las emociones con más baja frecuencia vibratoria! Y si a estas emociones le aunamos el desorden circundante con su también baja frecuencia vibracional, ¡es tremendamente generador de confusión y malestar una circunstancia así! Por eso la gente que vive en desorden tiene tantas dificultades para atraer abundancia y bienestar a su vida. Se rodea de muy bajas frecuencias vibratorias (propias del desorden y de cosas inútiles) y se siente mal en su interior (pereza, apatía, o frustración por nunca encontrar lo que busca). Y para colmo, muchos humanos así no detectan sentirse mal, pero no porque no lo estén, sino porque ya son muchos años en que se acostumbraron a vivir rodeados de un ambiente de desorden con sus debilitantes emociones que genera el mismo, y ya no lo sienten. Creen que vivir así es normal. No lo es.

Vivir cada vez en forma más simple y sencilla, rasgos característicos de un ambiente ordenado, resulta cada vez más atractivo para la gente que desea sentirse bien. Con el tiempo te das cuenta de esto llegas a comprender que menos es más. Menos posesiones materiales resultan en más libertad y tranquilidad. ¿Por qué resulta tan difícil para muchas personas el dejar de adquirir y adquirir cosas que luego de los años ya no saben ni donde ponerlas, generando desorden?

Dos razones: 1) Porque en nuestro inconsciente colectivo basado en el ego, se ha desarrollado la idea de que tener más cosas es símbolo de éxito; y 2) Pues porque nosotros los humanos, al desenvolvernos en un ambiente físico, desarrollamos el vicio de querer llenar un vacío interior con elementos precisamente del mundo físico: cosas. Por eso es tan claro y evidente que alguien que se llena de “cosas”, suele ser alguien que tiene un gran vacío en su interior. En el mundo de la psicología es muy conocido el hecho de que cuando alguien se siente mal, se va de compras o a comer, para así sentirse mejor “momentáneamente”. Es muy común este comportamiento en los humanos, comprar o comer. El fenómeno es el mismo, consiste en llenar un vacío. Por eso ves, en cambio, que la gente más rica en su interior, tiene casas u oficinas o automóviles muy ordenados, limpios, solamente con las cosas que más necesita, y nada más; de hecho, les pesa ir de compras por ejemplo. Son seres que han despertado al conocimiento de que entre más orden haya en su alrededor, más claridad y bienestar experimentan. Y el orden se suele dar cuando solo te rodeas de lo que verdaderamente necesitas, y si no, lo mejor es desecharlo. Te recomiendo que en la primera oportunidad revisen las diferentes habitaciones y cuartos de tu casa y deposites en la basura, regales, vendas lo que tiene más de 6 meses sin uso.

            Te quiero invitar a que programes un día en tu vida (que se puede convertir en un fin de semana o varios) para poner orden en tu ambiente. ¡Esto es más importante de lo que te imaginas! Verás que algo de lo primero que pasa es que te vas a deshacer de muchas cosas que ahí tenías y hace años que ya ni usas ni necesitas. Ropa, revistas, papeles, cajas, discos, peluches, antigüedades, “recuerditos”, etc. Una de las trampas para que no te deshagas de estas cosas, es que tu ego en tu interior te diga: “¿…y si luego lo buscas y ya no lo tienes, y si luego lo necesitas y ya lo tiraste?”. Y de esa manera en lugar de poner orden, solo vas a cambiar las cosas de lugar. Fíjate que he aprendido que parte del poderoso bienestar de poner orden consiste en deshacerse de un sinfín de cosas, no tan solo en reacomodarlas por tamaño o color. Vamos, acomodar las cosas ya es ganancia, pero se trata de acomodarlas y liberarte de muchas otras que solo estorban para que lo que realmente deseas llegue a ti. Se trata de experimentar el placer de simplificar tu vida a niveles de eficiencia.

            Aunque desarrollar este tema sería extenso, aquí solo te voy a dar el santo y seña que te podrá servir para empezar, es una ley de calidad: Si hay algo que usas diario, consérvalo cerca, si no, aléjalo de ti. Así de fácil es la referencia para poner orden. Es decir, por ejemplo, si hay algo en tu recámara que usas muy poco, “acomódalo” en un lugar lejano a tu habitación; puede ser el cuarto de los triques o tu almacén. Aligera tu ambiente teniendo cerca solo lo que más usas y nada más. Y luego, si han pasado 3 meses sin que lo necesites y ni visitas el cuarto de triques para nada en todo ese tiempo, es la señal más clara de que puedes deshacerte de todo ello, donándolo a una institución de beneficencia, vendiéndolo o regalándolo. Lo que sea. Pero deshazte de cosas inútiles para elevar la frecuencia vibratoria de tu ambiente. ¿Cuánta ropa tienes en tu clóset que no te queda y que tienes ahí guardada para cuando bajes de peso…, y ya tiene más de un año guardadita? ¡Mejor regálala o véndela! Hay tanta gente allá afuera con la necesidad de esa ropa que tú tienes ahí esperando un turno que no llega. Te garantizo que si logras bajar de peso, será más motivante irte a comprar ropa nueva que usar la que tenías. Deja que fluya a través de ti la abundancia dando lo que no usas a los que lo necesitan. Eso hará que en su mejor momento lleguen más cosas a ti, cosas que realmente necesitarás.

            Para terminar este proceso del poderoso bienestar del orden, una vez que hayas acomodado hermosa y funcionalmente tu habitación, oficina, automóvil, bolsa, mochila o portafolio…, no te pierdas uno de los más sublimes momentos para un ser humano: sentarse plácidamente a contemplar el hermoso ambiente que creó con su orden. ¡Esto es uno de los más grandes placeres que uno puede experimentar! Manejar tu auto limpio y sin que parezca oficina de gobierno móvil, lleno de papeles o comida tirada, es un placer que “se siente”…, y créeme, esto eleva tu frecuencia vibratoria. Contemplar un jardín recién podado y arreglado por ti, es un placer que te puede llevar a las lágrimas de emoción. Contemplar tu habitación limpia y sintiendo la exquisita seguridad de saber dónde están las cosas es sublime. Trabajar en una oficina con cajones perfectamente acomodados y que tienen solo lo necesario para trabajar, con un escritorio libre de “recuerditos”, te da una amplitud que te invita a trabajar con más gusto y eficiencia.

            Imagínate a ti mismo en un ambiente de gran claridad, en un espacio de inmenso orden; imagínate que sabes en dónde está todo, imagínate que las cosas están acomodadas de tal manera que hay gran confort. ¿Te sentiste bien tan solo de imaginarlo? Apuesto a que sí. Pues ahora… ¡hazlo! Te garantizo que si pones orden, disfrutarás más de tu vida, y saber que puedes generarlo y vivir en él es una poderosa fuente de….

 ¡Emoción por Existir!